Polenta asada perfumada al laurel con verduras de la huerta + emulsión de hierbas y chile

Polenta asada perfumada al laurel con verduras de la huerta + emulsión de hierbas y chile

Letras | Cocina

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Un ingrediente dócil como la polenta permite –no sólo– la elaboración de platos sustanciosos, sino también la de otros más frescos, livianos e igualmente ricos, como el que desarrollaremos en la receta de hoy.

POLENTA-ASADA-24Las verduras provienen de la huerta de Elisa; las envió para su hija Camila desde Sierra de los Padres, donde vive, hasta Buenos Aires. Camila quiso compartir conmigo una parte de lo que había recibido, y fue muy conmovedor saberlo cuando la encontré días atrás caminando por mi barrio. A Camila la conocí hace poco, es una joven hermosa, llena de luz y de vida, y puede amar un tomate o un zapallito italiano al punto de acondicionar una cama en una caja de zapatos y entregármela como quien deja su hijo con una niñera nueva. Así la tomé. Con tal responsabilidad y cariño.

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POLENTA-ASADA-26EComprendí de inmediato que debía homenajearla. A ella y a su madre. A Elisa por el arte de curar su huerta y de quererla hasta el desastre, como alguna vez habló la escritora Ángeles Mastretta sobre el amor que les profesa a sus hijos. Y a Camila, por su belleza, por su pelo negro amontonado en mil rulos que se mueven al ritmo de los ojos, todo echando chispas, con el ímpetu de un mundo que regala, además, en su trabajo. ¿Cómo pueden responderse infinitas cartas de reclamos de un infinito número de vecinos, enviadas al Congreso? Parte de las tareas de Camila.

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Espero estar a la altura de estas dos mujeres tremendas. Una humilde receta para ambas y, claro, siempre para usted, a quien tocará el compromiso último de juzgar el homenaje.

POLENTA-ASADA-29POLENTA-ASADA-32El tomate que verá en las fotos pesó 600 gramos… no se asuste, y el zapallito italiano 470, con tamaños elementos, qué podíamos cocinar?

POLENTA-ASADA-33RPOLENTA-ASADA-34EAquí mi sugerencia. 

Polenta asada perfumada al laurel con verduras de la huerta + emulsión de hierbas y chile

Este plato puede prepararse en porciones pequeñas, con tomates del tipo perita y zapallos zucchini. Corte la polenta del tamaño del tomate y del zucchini y arme el plato como se indica en la receta, sirviendo 2 o 3 porciones por persona.

Ingredientes:
150 grs. de harina de maíz-polenta (de cocción rápida)
450 ml de agua
45 ml de aceite de oliva
¾ cdta. de sal marina
1 hoja grande de laurel ó 2 pequeñas
½ kg de tomate o c/n
½ kg de zapallito italiano o c/n
1 pepino

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Para la emulsión de hierbas y chile:
1 rama mediana de apio
½ taza de hojas de albahaca
1 rodaja fina de chile picante
unas hojas de perejil fresco
¼ cdta. de sal marina
½ cda. de jugo de limón
70 ml de aceite de oliva

POLENTA-ASADA-11Preparación:
Para la polenta:
Llevar a fuego fuerte en una cacerola el agua y la hoja de laurel.

POLENTA-ASADA-3Cuando hierva añadir la sal marina y el aceite de oliva. Mezclar bien y bajar el fuego a mínimo.

POLENTA-ASADA-4Dejar por un minutos o dos hasta que el agua tome el sabor del laurel. Retirar la hoja.

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Añadir la polenta en forma de lluvia, revolviendo enérgicamente para evitar que se formen grumos.

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Cocinar por un minuto y retirar del fuego. Esparcir en una placa previamente aceitada. Distribuir de manera uniforme y dejar enfriar.

POLENTA-ASADA-8POLENTA-ASADA-10Mientras tanto cortar el (o los) tomates y el (o los) zapallitos en rodajas del mismo grosor (similar también a la altura que le ha dado a su polenta).

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POLENTA-ASADA-19Dorar en el horno las rodajas de zapallito y las de polenta, lado y lado, en una asadera a fuego fuerte, con un chorrito de aceite de oliva. Retirar del fuego y reservar.
Cortar el pepino en finas láminas y macerar durante una hora con sal marina. Esto le quitará el sabor amargo y lo dejará con una textura mucho más tierna. Lavar bien para retirar el exceso de sal y reservar.

POLENTA-ASADA-17Para la emulsión de hierbas y chile:
Procesar el apio, la albahaca, el perejil y el chile con el jugo de limón y la sal marina.

POLENTA-ASADA-13POLENTA-ASADA-14Añadir el aceite de oliva y procesar por unos segundos más hasta amalgamar la preparación. Rectificar sal o el tono picante agregando más sal o chile si fuera necesario.

POLENTA-ASADA-15POLENTA-ASADA-16Para el armado:
Cortar la polenta del tamaño del tomate y del zapallito. Disponer una rodaja de polenta, luego una de tomate y finalizar con el zapallito, salpimentando a gusto después de cada adición. Servir con ensalada de pepino y la emulsión de hierbas y chile.

POLENTA-ASADA-20POLENTA-ASADA-21POLENTA-ASADA-25Marisa Bergamasco
(Aficionada a la escritura, al buen cocinar y al buen comer y a los buenos y grandes cariños, de profesión agente de viajes, soñadora de vocación, por siempre…)

Desde Chile: pebre y chancho en piedra

Desde Chile: pebre y chancho en piedra

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img_3937El padre de una amiga cumplió años en julio. Ochenta. Y fuimos a Chile, a su casa de Puerto Varas, en el campo junto al lago Llanquihue, a acompañarlo. El sol, aquel día, embestía la casa y agujereaba ventanas y rendijas para meterse sin preguntar. Lo recibimos como un premio bien ganado, luego de una sucesión inclemente de días grises, con harta lluvia, que cubrieron el horizonte de la región y ocultaron a la vista de todos la silueta protectora de los volcanes.

img_3965Ochenta es un número complejo de años para llevar encima. Lejos de cualquier espejo o dolor físico, quienes los han cumplido dicen no ser conscientes del paso del tiempo. –Me parece que fue ayer que…–les oímos introducir con frecuencia alguno de sus relatos. Narran los recuerdos que la memoria ha ido clasificando, numerando, concentrando y también, claro, fabricando. “La memoria cree antes que el conocimiento recuerde”, acaba de citar de Faulkner la escritora Frances Mayes en la primera página de Under Magnolia, un libro de memorias, recordadas y escritas quizá a la manera de Faulkner, manipulando los acontecimientos para conveniencia y beneficio propios, para que no duela lo que dolió en otro tiempo, para doblar la alegría de lo que fue confortante.

img_3948En eso anduvimos por Chile. Entre recuerdos. Aunque alejada de mis ochenta, me parece que fue ayer que emprendimos Saníssimo en la ciudad de Temuco, en un local de alquiler y con una camioneta equipada con enormes bandejas de plástico en el chasis para acarrear materias primas y productos terminados: verduras procesadas y envasadas al vacío en bolsitas individuales, listas para condimentar y servir en el plato. Ensaladas de repollo y zanahoria picados adornadas con perejil, papas lavadas y envueltas en redecillas de a kilo, entre otras, y las dos recetas que nos convocan hoy, presentadas en envases descartables: chancho en piedra y pebre. Distribuimos en los supermercados más grandes de la ciudad, hasta que el tamaño inicial y lógicamente pequeño de nuestra empresa no toleró la política de comercialización de estos gigantes con sus regateos de precio y pagos dilatados. Recuerdo los amigos de la feria, de los campos vecinos que nos proveían las papas y repollos, la tristeza de los clientes habituales cuando anunciamos el cierre. Sin embargo, y a mis ochenta tal vez lo olvide, la actividad exigía forzosamente casi veinte horas de trabajo diarias, un esfuerzo físico monumental y el estrés inusitado del pago tardío de parte de las grandes firmas. Esto que dolió, hoy no duele, la memoria se encargó luego de mitigar molestias y ponderar dignidades. Bendita memoria…

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Vamos a nuestras recetas.
El chancho en piedra es una de las preparaciones gastronómicas más típicas del Valle del Maule, en la zona central de Chile. Su nombre es una declinación del «Chanco en Piedra» que deriva del verbo chancar, del quechua ch’amqay, y significa machacar, moler. Se utiliza para describir la acción de chancar o moler los ingredientes en una piedra ahuecada utilizando un mazo de piedra, en definitiva, un mortero. Se acompaña con pan amasado, pero también con carne asada, humitas, sopaipillas (una especie de tortas fritas) o lo que tenga a mano para cucharear. Lo mismo para el pebre –del latín piper, que significa pimienta–, plato chileno por excelencia, que se sirve en la mayoría de las mesas y restaurantes de todo del país. El ingrediente picante, en el caso de esta última salsa, es el ají verde, y en Chile (a diferencia del nuestro) sí que pica!

img_3982Para distraer la ansiedad de la llegada del plato fuerte, aquí las recetas de estas salsas o pastas jugosas que en el país vecino se preparan de cientos de formas distintas, dependiendo del gusto de quien las hace y de los ingredientes disponibles. Dos espléndidas opciones de aperitivos saludables.

img_3973Pebre al limón de verdeos y ají

Ingredientes:
2 cebollitas de verdeo medianas
4 cdas. colmadas de perejil picado fino
1 ají verde mediano
cáscara rallada de ½ limón
jugo exprimido de ½ limón
1 cdta. de vinagre de manzana
aceite de oliva c/n
sal c/n a gusto

img_3773img_3789Preparación:
Partir el ají a lo largo, eliminar sus semillas y nervaduras y picarlo finamente. Picar también las cebollitas de verdeo con una corta porción de su parte verde.

img_3865img_3872img_3912Incorporar al ají y las cebollitas el perejil picado, la ralladura y jugo de limón, el vinagre, la sal y mezclar bien.

img_3881img_3884img_3890Agregar de a poco el aceite de oliva hasta lograr la consistencia de una salsa líquida. Probar y rectificar sal o jugo de limón si fuera necesario.

img_3904Chancho en piedra clásico

Ingredientes:
3 tomates grandes
2 dientes de ajo pequeños
1 ají verde grande
sal c/n a gusto
aceite de oliva c/n

img_3760img_3770img_3821Preparación:
Pelar los tomates (puede ayudarse sumergiéndolos un minuto en agua hirviendo con un corte superficial en cruz en sus bases).

img_3917Pelar los dientes de ajo, cortar el ají a lo largo y eliminar semillas y nervaduras. Picar la mitad del ají y machacar en mortero junto con los ajos y una pizca de sal hasta formar una pasta.

img_3836img_3850img_3921Picar un tomate, molerlo en mortero o procesarlo con semillas y su jugo. Quitar las semillas de los dos restantes y cortarlos en trozos bien pequeños. Esta última parte prefiero hacerla con cuchillo para evitar que los tomates se muelan.

img_3924img_3928Picar la otra mitad del ají. Mezclar todos los ingredientes, condimentar con sal a gusto y agregar de a poco el aceite de oliva hasta obtener, como en el caso anterior, la consistencia de una salsa líquida.

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Marisa Bergamasco
(Aficionada a la escritura, al buen cocinar y al buen comer y a los buenos y grandes cariños, de profesión agente de viajes, soñadora de vocación, por siempre…)