Poke Bowl de trigo sarraceno y vegetales, con emulsión de oliva picante

Poke Bowl de trigo sarraceno y vegetales, con emulsión de oliva picante

Letras | Cocina

Un plato saludable, delicioso y además, para mi gran fortuna, fotogénico. Qué otra cosa podemos pedirle?

El poke bowl es un plato de moda, convertido en tendencia rápidamente a partir del año pasado, cuando comenzó a expandirse en Estados Unidos desde su país de origen, Hawai. Para los hawaianos, el poke bowl no constituye una moda ni tampoco tendencia, más bien un plato básico que han preparado durante siglos.

Esencialmente es una propuesta ligera: atún crudo cortado en trozos y condimentado con sal marina, chile, algas y una pasta llamada inamona hecha con una nuez local, el kukui. Nada más. Pero el ingenio o la dificultad –en muchos casos– para hallar pescado fresco o algas o el aceite han llevado este plato a mostrar numerosas y variadas versiones, desde bowls con pollo, mariscos o carne hasta alternativas vegetarianas y veganas, por lo general servidas sobre una base de arroz o algún otro cereal cocido.

La opción de cocinayletras contempla el trigo sarraceno, recuerda que lo usamos anteriormente para preparar un desayuno? Si relee dicha publicación podrá conocer más sobre este antiquísimo pseudo-cereal. Aquí le dejo el link Desayuno RAW: trigo sarraceno y nuez pecan. Gluten free!

Para aprovechar las propiedades infinitas de este “superalimento” nuestro poke bowl de hoy será una base verde de brócoli y sarraceno, más ensaladas crujientes para morder y sacarse las ganas y dos o tres sabores extra que harán de este plato una verdadera delicia. Sin siquiera notarlo, llegará al fondo del bowl en menos tiempo del que supone…

En Estados Unidos se multiplican diariamente los restaurantes que ofrecen poke bowl. Llamados también pokerías, suelen basarse –en la actualidad– en el concepto de “hazlo tú mismo”, que permite escoger al cliente de qué manera y con qué alimentos prefiere armar su bowl. Perfecto para comer sano, rico y a buen precio.

Vamos directo a la receta!

Poke Bowl de trigo sarraceno y vegetales, con emulsión de oliva picante

Ingredientes:
200 grs de trigo sarraceno
agua de cocción c/n
1 brócoli pequeña
aceite de oliva c/n
sal marina c/n
cáscara rallada de 1 limón
2 cebollas moradas medianas

 Para la ensalada crujiente:
repollo picado
zanahoria rallada
tomates cherry
tomates secos hidratados en oliva
pepino cortado en finas rodajas
1 palta cortada en cubitos

 Para la emulsión de oliva picante:
1 cda. de aceto balsámico
2 cdas. de aceite de oliva
½ cdta. de sal marina
¼ cdta. de ají molido
unas gotas de jugo de limón

Preparación:
Colocar en un recipiente el trigo sarraceno, cubrir con agua y dejar en remojo durante la noche anterior. Al día siguiente, colar y enjuagar. Llevar agua a ebullición en una cacerola y agregar el trigo sarraceno. Cocinar a fuego moderado durante 5 minutos. Colar nuevamente y reservar.

Separar las puntas de las flores de la brócoli con ayuda de un cuchillo. El resto de la brócoli la usamos para ensaladas, rellenos de tartas, fritatas, etc. NO SE TIRA!

Mezclar el trigo sarraceno cocido con las flores de brócoli, condimentar con sal marina, la cáscara rallada del limón y abundante aceite de oliva. Cortar en rodajas finas la cebolla morada y llevar a horno fuerte, en la misma asadera, junto al trigo y la brócoli para aprovechar el horno.

Cocinar hasta que las cebollas estén doradas por ambos lados. Retirar del horno y servir con la ensalada y la emulsión de oliva picante.

Para la ensalada crujiente:
Rallar y picar los vegetales. Puede usar los vegetales que más le gusten y condimentarlos con una vinagreta de aceite de oliva, jugo de limón o vinagre de manzana y sal marina.

Para la emulsión de oliva picante:
Mezclar el aceto balsámico, el jugo de limón y la sal marina. Revolver hasta disolver la sal. Agregar el aceite de oliva, revolviendo siempre, y por último el ají molido picante. 

Marisa Bergamasco
(Aficionada a la escritura, al buen cocinar y al buen comer y a los buenos y grandes cariños, de profesión agente de viajes, soñadora de vocación, por siempre…)

Pollo al aceto balsámico

Pollo al aceto balsámico

Letras | Cocina

img_3660El aceto es un producto que hemos utilizado en varias ocasiones: en el mousse de frutillas, en el queso de macadamias, en la caponata siciliana, etc. Amigo de quien logra comprenderlo, puro y precioso, tradicional y romántico. Cuántas horas de trabajo, años de espera y sueños dedicados para obtener unos pocos mililitros de placer adicto y pleno…
Mi madre bordó el mantel que sostiene nuestro plato de hoy. El entero perímetro recamado con igual destreza y constancia durante cuánto tiempo, le pregunté. Bastante, dijo sin que le pesara, con la conformidad natural de aquellos que han nacido y vivido para el trabajo duro.

img_3699Somos testimonio de una vida diaria a máxima velocidad. La suya y la mía (sí, le estoy hablando a usted) corren aceleradamente o de lo contrario corren el riesgo de perder alguna oportunidad preciosa de las que pasan delante, según dicen, sólo de quienes corren. Se nos pide prisa en la conciencia, en la capacidad de resolver conflictos, en la intuición para idear el éxito del mejor plan de trabajo, en la astucia para convencer, en el don de cautivar. Mientras tanto, nuestros pies permanecen quietos durante horas frente a un escritorio tirano o una pantalla de última generación que demandan casi naturalmente de nuestros días la actividad física, las cenas con los hijos, los ratos de sol, las siestas. Este juicio, que usted tratará de ingenuo, no lo es tal. Es la imagen desdichada del ocaso y casi fin de una existencia menos atrevida, más previsible, quizá más compasiva, igual de laboriosa. Mejor? No. Diferente. Ya hubieran querido nuestros bisabuelos contar con la tecnología moderna para facilitarles el trabajo y las comunicaciones.

img_3743Ponderar las condiciones de la vida de antes no es un acto que se precie inteligente. Por cada foto de las miles que produzco para este blog debería esperar una semana por su revelado y a un costo absurdo. El blog sería un proyecto impensable. El propósito (y no moraleja de esta entrada porque, como siempre digo, no me alcanzan las virtudes para formular ninguna) es extender la idea de un entusiasmo individual por incorporar a las bondades de la vida de hoy aquellas de antes que han perdido aprecio pues no se ajustan a la prisa. Otro concepto ingenuo? No lo crea. Este blog es uno de esos intentos. Los mercados orgánicos, otro ejemplo que añade sentido a este propósito. La revalorización de los productos hechos a mano, de los cultivos libres de agroquímicos, de su biodiversidad, de las huertas caseras. Y otros.

img_3748El aceto balsámico, para concluir, y de manera especial, su elaboración, remite a la necesidad forzosa de un tiempo sin prisa. Es un producto actual, de alto valor cualitativo y costo, que ampara esta idea de sinergia entre viejo y nuevo espléndidamente. Muchas gracias a nuestros amigos de Ambalí y de Anahata, quienes han contribuido con sus acetos sanjuaninos para la receta de hoy que detallaré enseguida. Una receta que custodia la dignidad irreprochable de un producto en absoluto anacrónico, y de un mantel bordado a mano, con los hilos conservados desde entonces que se muestran en las fotos, como defensa a la idiosincrasia de un mundo que retorna sea en una actitud, sea en un emprendimiento independiente, en un objeto, una costumbre. Lo he visto, lo veo a diario, y me complace. Algunos de estos ejemplos –bendición– prosperan e iluminan.

img_3707Gracias a quienes colaboran con este blog confiándome sus productos más selectos, y gracias a quienes facilitan gran parte de la vajilla que usted disfruta y verá en las fotos. Porque me han reclamado cariño, aquí van sus nombres: Néstor, Guillermo, Alejandra, Eugenia, Laura y… mi madre. Gracias, de todo corazón!

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Pollo al aceto balsámico

Ingredientes: (para 2 personas)
2 pechugas de pollo sin piel y deshuesadas
1 taza ó c/n de aceto balsámico
30 ml de aceite de oliva
3 dientes de ajo
½ atado pequeño de perejil
1 cda. de pimienta en grano
sal marina c/n
1 cda. colmada de miel
1 atado de rabanitos
2 zanahorias grandes o 4 pequeñas
hojas de espinaca o perejil c/n
1 cda. de jugo de limón

img_3214img_3162img_3190Preparación:

Disponer las pechugas en una cacerola (no encimarlas). Cubrir con el aceto balsámico (1 taza o la cantidad necesaria para ello), tapar y llevar a fuego alto hasta que el aceto alcance su punto de ebullición. Continuar cocinando a fuego mínimo hasta que el aceto reduzca 1/3 de su volumen. Dar vuelta las pechugas, agregar el aceite, los dientes de ajo machacados y pelados, una pizca bien generosa de sal, los granos de pimienta y el perejil picado.

img_3230Tapar nuevamente y seguir cocinando hasta que el pollo esté a punto (20-25 minutos en total, desde el comienzo de la cocción, dependiendo del tamaño de las pechugas). Retirar el pollo de la cacerola y colar el líquido.

Agregar la cucharada de miel y cocinar hasta que la salsa comience a espesarse. Incorporar otra vez el pollo y dejarlo a fuego bajo durante 4-5 minutos para impregnarlo de la salsa de aceto. Servir las pechugas cortadas en lonjas y acompañadas en el plato con la ensalada de zanahorias y rabanitos.

img_3607img_3649img_3689Para la ensalada de zanahorias y rabanitos:
Pelar las zanahorias y rasparlas con un cortador de tiras de cáscara de naranjas (puede rallarlas si no tiene este utensilio o cortarlas en lonjas con un pelador de papas). Reservar.

img_3601Cortar en finas rodajas los rabanitos. Elegir algunas hojas de espinaca o perejil. Mezclar las verduras y condimentar la ensalada con pimienta y sal marina a gusto, el jugo de limón y unas 2-3 cucharadas de aceite de oliva extra virgen.

img_3680img_3645img_3687Marisa Bergamasco
(Aficionada a la escritura, al buen cocinar y al buen comer y a los buenos y grandes cariños, de profesión agente de viajes, soñadora de vocación, por siempre…)

Frutillas: mousse de verano

Frutillas: mousse de verano

Letras | Cocina

dsc09142dsc09122Mis árboles amigos, los mismos que anduvieron mostrándose aquí en otras entradas, están repletos. Gordos de verdor y voces de aves diferentes.

dsc08812Espesura que nos da sombra, y de su bamboleo pesado recibimos el alivio para el calor cuando aplasta. Refugio.

dsc08820dsc08819Los verduleros exhiben con desfachatez sandías y melones cortados al medio, haciendo aguar la boca del que pasa y obligándolo a meter mano en el bolsillo para entrar y comprar. A mí la sandía me provoca hundirme con cabeza y dientes en su carne vistosa hasta arrancarle de un mordisco el corazón y reventar de dicha.

dsc09035dsc09089Llegan de a poco las uvas, hay quienes pueden jugar a seducir con ellas; nosotros, el resto, sufriremos a lo sumo un empacho bien ganado. También las cerezas, que manchan casi con seguridad cada camino que les mandamos recorrer: fruto incomparable. Duraznos, mangos, damascos… Puro jugo, pura agua…

Y la señora frutilla, faltaba más.

dsc08934La reina, la roja, la dulce, la que se sube a todos los postres. Cuántas recetas ha protagonizado? Y películas? Y libros? Cenas de gala? Picnics? Fotos?
Sabía que una taza de frutillas tiene solamente 55 calorías? Que hay un museo en Bélgica sólo para frutillas? Que las frutillas son un miembro de la familia de las rosas? Que en promedio una frutilla tiene 200 semillas? Que la frutilla es la única con las semillas en el exterior de la fruta? Que ocho frutillas proporcionan el 140% de la cantidad de vitamina C recomendada diariamente?

dsc089301La frutilla me gusta en estado natural, para qué agregarle qué si no lo necesita. Sin embargo, como usted estará esperando alguna receta interesante veremos cómo nos resulta esta mousse con leche de coco, merengue de azúcar mascabo y reducción de aceto balsámico a la pimienta. Y frutillas, por supuesto!

dsc09114Nada sofisticado (no es mi estilo, usted me conoce). Una combinación delicada y bastante particular. El aceto balsámico y la frutilla se llevan muy bien desde un largo tiempo antes que yo descubriera mi afán por la cocina o más aún, que incluso naciera (bueno, habría que averiguar si la idea es tanto así de viejita…). Ambos elegantes, puros, un poco dulces y un poco ácidos, y sencillamente nobles.

dsc09105En una oportunidad tuve la gran fortuna de visitar la admirable acetaia Leonardi, en Módena, Italia.

dsc04081dsc04084La degustación de los distintos acetos (distinto año de cosecha, distinto tiempo de maduración, distinta cantidad de trasvases, distinta calidad de la madera de los toneles, distinto clima, distinto amor y distinta mano de quien lo elabora) se realiza en cucharitas. Nos las proveía la joven que nos explicó este proceso y nos llevó a recorrer las instalaciones: ojos y edad envidiables, y además una apasionada. Lo comento porque era muy notorio, de otra manera no habría podido advertirlo; los míos se mantuvieron cerrados durante casi toda la visita, y se echaban para atrás, con mi cabeza derrotada mientras mi garganta –por la que corría el bálsamo–, con cada gota, apretaba el cielo.

dsc04095Para despedir el año o recibir el que vendrá o las dos cosas, le propongo un postre fresco, estivo, saludable, aparentemente manso… Basta probarlo, después me cuenta.

Muy Feliz Año para usted y su familia!

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Mousse de verano

Ingredientes:
400 grs de frutillas procesadas
jugo de ½ naranja
ralladura de la cáscara de 1 naranja
4 claras
100 grs de azúcar mascabo
100 grs de azúcar orgánico
50 grs de miel
80 ml de agua
14 grs de gelatina sin sabor o agar agar
400 grs de leche de coco (conservar en heladera desde el día anterior)
40 grs de pistachos sin sal pelados y finamente picados

dsc08995Preparación:
Procesar las frutillas con el jugo de naranja y la ralladura y tamizar en colador o en pasa verdura. Obtendremos un jugo sedoso y libre de grumos o restos de fruta sin moler. Vale la pena el esfuerzo extra.

dsc09067dsc09072Disolver la gelatina en 50 ml de agua caliente.
Preparar un almíbar con los azúcares, la miel y el agua a punto bolita. Tardará unos minutos más de los 12 que toma un almíbar con azúcar blanca.
Mientras tanto batir las claras a nieve. Cuando el almíbar esté en su punto justo agregarlo a las claras por un costado del recipiente sin dejar de batir, hasta que se enfríe.

dsc09076Retirar la leche de coco de la heladera. Al contacto con el frío los grasos de la leche subirán a la superficie. Trate de extraer sólo esta parte, evitando que se cuele el líquido.

dsc09082Batir ligeramente en bowl por separado.

dsc09084Incorporar la gelatina disuelta a la pulpa de frutillas, luego el merengue italiano y por último la leche de coco batida.

Colocar la preparación de la mouse en un molde grande o en moldes individuales y llevar a la heladera por al menos dos horas o hasta que tome una consistencia casi firme. Dejar una hora en el freezer o en el congelador antes de servir para que esté bien frío.

Acompañar con la reducción del aceto balsámico y decorar con los pistachos pelados y picados y con pétalos de rosa secos (esto último no es necesario, pero dígame si no se ve lindo…)

dsc09124dsc09120Para la reducción de aceto balsámico:
150 ml de aceto balsámico
4 cucharadas de azúcar integral
1 cucharada colmada de miel
Pimienta c/n

Verter en una cacerolita el aceto con el azúcar y la miel. Cocinar a fuego fuerte hasta que rompa hervor y luego bajar a mínimo durante 5 a 8 minutos más o hasta que comience a verse denso. No sobrepasar este tiempo de cocción, porque al enfriarse la reducción seguirá espesando. Retirar del calor y agregar pimienta a gusto.

dsc09115dsc09152dsc09165dsc09175Marisa Bergamasco
(Aficionada a la escritura, al buen cocinar y al buen comer y a los buenos y grandes cariños, de profesión agente de viajes, soñadora de vocación, por siempre…)

Un solo de dátiles y “ensueño”

Un solo de dátiles y “ensueño”

Letras | Cocina

dsc05719Margarita es el último personaje, bello de principio a fin, quien me advirtió muy categóricamente que la creara si quería poner yo un poco de disciplina en los alborotos recurrentes de felicidad que, con mayor frecuencia cada vez, me desvirtuaban algunos días el carácter y se atrevían a disminuir la coherencia que me protege. Si se encontrara usted ante un dilema, sin duda optaría por el lado que comportase un riesgo menor, pero si la coherencia estuviera ausente, o con sus poderes reducidos, el abanico sería un infinito de distintas posibilidades y el peligro siempre mucho mayor de perder ese otro lado que le promete seguridad.

Caminaba por un alambre enclenque cuando hallé a Margarita, y le metí en el alma estos arrebatos de alegría para que resolviera qué hacer con ellos. La alegría me la había traído puesta de Italia luego de conocer la Toscana y casi perder la razón en mi primer viaje, y la encrucijada me dio de frente en el aeropuerto de Roma, a la hora del regreso y sin ganas de partir…

mayo-16-pienza-045-reducidamayo-16-cortona3-reducidaMi Margui se ocupó durante un tiempo de acomodar esta dicha indomable, hasta que la dejé descansar (las novelas descansan más tiempo, a veces, del que nos mantienen activos). En el punto preciso en el que la dejé sola, Margarita estaba al límite de perder la coherencia. Comprende usted? Ya le hablé antes sobre mi inseguridad crónica, imagínese la confusión que había empezado a causarme.

Margarita en la Toscana no es una novela autobiográfica, sin embargo, en algunos casos, explica por mí muchas de las situaciones que le ocurren y ciertos rasgos que nos hacen afines. Éste, por ejemplo:

“…Un rato mínimo, sin ninguna trascendencia para otros, es un tiempo exacto de soledad pausada, cómplice, como la casa de una nona que consiente, donde fundo un refugio a mi modo que me permite la ambición hasta sensual de soñar cualquier extravagancia, busco y formo una familia modelo, viajo, tengo dinero, casa propia y un amor de película. Tengo un espejo para ser joven como antes, bella y radiante como nunca, y tengo, con mucha suerte, alguna palabra flotando entre los ojos para dejarla escrita y pretenderme escritora. Qué más pedirle a este rato!
La gente le teme a la soledad, a mí me acompaña, yo le temo al desamor, al dolor, a la pobreza. A la incertidumbre en el estado de ánimo, a mi propia indecisión, a la vejez y al deterioro, al insulto, al olvido…”

En uno de estos ratos mínimos y solos me como este solo de dátiles. Habría que ver si la idea de hacerlo de a dos pudiera ser también útil al propósito de disfrutar cada bocado como si de él dependiera el resto de nuestra vida, como si este lujo mínimo fuera en cambio lujuria. Mientras como este solo de dátiles sale de un piano solo el Ensueño de Schumann. Hágame caso y escúchelo. Melódica y romántica, cada nota lo elevará un peldaño más alto y lo dejará más próximo a una redención posible.

Comiendo así, descuidaríamos a nuestro convidado. A menos que su capacidad de gozo sea talmente grande que pueda abarcar y resistir un bocado y un beso al mismo tiempo. Demasiado intenso para mí. No podría con tanto…
O quizá… con un poco de ayuda… si recurro a Margarita…

Solo de dátiles y queso de macadamias

Ingredientes: (para una persona, obviamente)
3 dátiles grandes
2 fetas de prosciutto *
3 mitades de nueces

Para el queso de nueces de macadamia: **
150 grs de nueces de macadamia
jugo exprimido de medio limón
1 cdta. de tomillo
1 cdta. de sal marina
2 cdtas. de levadura natural

Para la reducción de aceto balsámico:
½ taza de aceto balsámico
2 cucharadas de azúcar integral
1 cucharada de miel

dsc05716Preparación:
Para el queso de nueces de macadamia:
Poner en remojo en agua durante toda la noche las nueces de macadamia. Por la mañana siguiente colar y pasar por procesadora o mixer junto a ¾ de taza de agua. Se formará una pasta espesa. Agregar el jugo de limón y colocarla sobre un paño fino y permeable. Atar el paño formando un paquetito y dejar reposar durante 24 horas.

dsc05696dsc05701dsc05704dsc05706Retirar del paño, agregar la levadura natural, la sal, el tomillo, la pimienta y darle forma en un cilindro metálico de 6 o 7 centímetros de diámetro. Si no tiene un cilindro puede usar una taza. Estacionar en la heladera por unas horas y luego desmoldar con ayuda de un cuchillo para despegar los bordes. Si desea puede coronar con un poco de la reducción del balsámico.

dsc05708dsc05723dsc05733dsc05731Para la reducción de aceto balsámico:
Verter en una cacerolita el aceto con el azúcar y la miel. Cocinar a fuego fuerte hasta que rompa hervor y luego bajar a mínimo durante 5 a 8 minutos más o hasta que comience a verse denso. No sobrepasar este tiempo de cocción, porque al enfriarse la reducción seguirá espesando.

Para el solo de dátiles:
Partir los dátiles a la mitad, cuidando de dejar uno de los lados aún intacto, rellenar con el queso de macadamias, una mitad de nuez y cerrar apretando suavemente con los dedos. Envolver en una rodaja de prociutto, disponer sobre el plato y servir con la salsa de aceto.

dsc05743* Concesiones a la dieta saludable:
Jamón crudo
– Porque el jamón es bajo en calorías, en torno a 300 kcal /100 grs
– Porque es un producto de calidad insuperable en lo que a sus propiedades organolépticas se refiere, contiene poca sal y tiene un nivel muy bajo de grasas saturadas dañinas para la salud.
– Porque su proceso de elaboración es totalmente artesanal y esto se traduce en un producto puro y libre de aditivos, colorantes, conservantes o aromatizadores.

**Queso de nueces de macadamia
Inspirado en la receta de Susan Powers, extraída de su sitio web Rawmazing. La adaptación es personal.
Es una alternativa excelente para quienes evitan el consumo de lácteos. El resto del “queso” que no utilice en esta preparación, lo puede conservar en la heladera para consumir luego como lo haría con cualquier queso cremoso.
Si no desea prepararlo, puede sustituirlo en este caso preferentemente por queso de cabra, o bien un queso tipo feta o una buena ricota condimentada con bastante sal y pimienta.

Marisa Bergamasco
(Aficionada a la escritura, al buen cocinar y al buen comer y a los buenos y grandes cariños, de profesión agente de viajes, soñadora de vocación, por siempre…)

Con el aceite adelante…

Con el aceite adelante…

Letras | Cocina

gota-aceite-primera-entrada1Comience por el aceite. Él va a guiar aquel menú que todavía le es esquivo. “No sé qué comer,” ¿le ha pasado? Entonces sabemos que no es nuestro estómago el que decide, si no nuestro libre albedrío, nuestra creatividad, nuestro tiempo disponible y también, aunque en menor escala, nuestra economía. Lo invito a pensar en el aceite, primordial, milenario, bendito elixir, ciertamente de oliva –la aclaración lastima y sobra–, para elaborar ese plato que no quiere dejarse ver.
Empecemos por una entrada, saciar el primer apetito es esencial, pues ignorado, nos confunde y obliga a comer cualquier embrollo sobornados por la prisa. Encontremos un ingrediente simple, en lo posible hermoso, y si no cuenta con él provéaselo para mañana, me lo agradecerá. No tenemos tiempo para un primer plato elaborado, o nos alcanzará, con todo y sus consecuencias funestas, el escozor del primer apetito. Unas láminas de queso parmigiano, unas finas lonjas de prosciutto crudo, un manojo de tomates cherrys partidos al medio o un tomate grande cortado en rodajas, unas hojas de endivia untadas en mostaza tipo Dijon (de grano entero) y aceto balsámico, o unas hojas de ensalada mantecosa o criolla o de las que le provea su verdulero y haga las veces de cucharas o cucharitas, un par de higos cortados en cuatro (no hasta su base) y rellenos con queso de cabra –óptimo–, o el queso que más nos deleite, ojalá siempre noble, unas cintas sutiles cortadas en mandolina de zucchinis bien verdes o zanahorias o apios o hinojos o espárragos crudos, extenderme es agotar su lectura, pues es muy poco probable que no halle ninguno de los anteriores, caso contrario, me fío de su intuición y buen gusto.

prosciutto-parmi-e-olioDispuesto nuestro elegido sobre un plato, rocíelo gentilmente desde lo alto del aire íntimo de la cocina con un hilo del buen oliva, o empápelo si es de los míos, y aprecie, degustando lento, las virtudes y el sabor de aquello que se ha llevado a la boca.

foto-blog-cherrys-olive-oilLento. Los jugos se disuelven, el aceite lo invade todo y a usted lo sana y lo mima. Lento… Ha tenido el valor de esquivar el pan, no desestimo sus cualidades en otras instancias, no es válido en ésta, justo minutos antes del plato principal que enseguida preparamos. – ¡Ya voy Ernesto!

Mi marido. Está desgranando el queso y no encuentra el aceite. Nadie lo ha cambiado de lugar, el aceite no es algo que andemos mudando muy a menudo. Él no lo ve, como casi la mayoría de lo que busca.
Usted sabrá perdonarme, y entienda que un marido que reclama es un niño al punto justo del berrinche. Conviene acercarse antes de que la cocina, muy literalmente y a mi pesar, arda…

A propósito de entradas, lo dejo con algunas recetas de “Salsine e Paté” de mi amiga italiana Alesandra Tosatti, dueña del agriturismo Il Cucco, a pocos kilómetros de Bologna. Aceite de oliva en mano y papel y lápiz en la otra. Y a untar lo que halle a mano. Aplaco al hombre y vuelvo, lista para el plato fuerte…

alessandra-e-angeloSalsa de huevos y mostaza
Ingredientes:
4 huevos duros
2 cucharadas de Mostaza tipo Dijon o de grano entero
30 ml de vinagre de vino
150 ml de aceite de oliva extra virgen
3 cucharadas de ciboulette picado o perejil, a elección
1 cucharada de ralladura de cáscara de limón
un diente de ajo
Preparación:
Mezclar todos los ingredientes en el mixer, agregando más aceite si lo considera necesario, hasta obtener una salsa de consistencia semi-cremosa. Corregir sabor con sal y pimienta a gusto.

aceitunas-verdes-y-chorro-aceiteSalsa de atún
Ingredientes:
300 gr de atún al natural
6 anchoas
una cucharada de alcaparras
3 yemas cocidas
una cucharada de aceto balsámico
200 ml de aceite de oliva extra virgen
sal y pimienta a gusto
Preparación:
Mezclar todos los ingredientes en el mixer hasta obtener una salsa de consistencia semi-cremosa. Corregir sabor con sal y pimienta a gusto.

Paté de espárragos verdes
Ingredientes:
6 espárragos verdes
una yema de huevo cocida
una cucharada de perejil picado
una cucharada de jugo de limón
una cucharada de queso parmigiano
4 cucharadas de aceite de oliva extra virgen
Preparación:
Cocinar al vapor los espárragos por 6 minutos. Triturarlos en el mixer junto a los demás ingredientes hasta obtener una salsa de consistencia semi-cremosa. Corregir sabor con sal y pimienta a gusto.

Grazie Alessandra! 

Marisa Bergamasco
(Aficionada a la escritura, al buen cocinar y al buen comer y a los buenos y grandes cariños, de profesión agente de viajes, soñadora de vocación, por siempre…)