Arroz integral con leche de coco

Arroz integral con leche de coco

 Letras | Cocina

img_1368El arroz con leche es un postre simple, ingenuo, no llega con trompetas ni pide aplausos al retirarse, dulcemente tranquilo; a muchos les recuerda la infancia y hay quienes, fanáticos, se iluminan con cada bocado. A mí me llegó de adulta el acercamiento con este postre, mi mamá no era de las madres que lo preparaban con frecuencia. En casa el postre rey sigue siendo una torta y, si no es lo suficientemente húmeda o no lleva relleno de dulce de leche, entonces torta y algo más, para acompañar, para mojarla: duraznos en almíbar, ensalada de frutas, alguna crema hecha de leche y vainilla, o de leche y chocolate, es decir, como se dará cuenta, el arroz con leche no es una meta que como niños nos hubiera interesado demasiado, éramos más bien de los postres peso muerto, los que reclaman fanfarrias y se van haciendo alarde de haber eliminado enteramente el apetito y la buena digestión del comensal.

Cocinándolo para una persona entusiasta de las que se iluminan al comerlo, probé diferentes versiones de este postre, dignas todas de repetirse la porción, ninguna reprobada. El arroz cocido con leche es tan versátil que de él encontraremos tanto preparaciones saladas como dulces. Los indios lo comen con especias, muchas, como en el sur, Kerala –famosa por su masiva producción de coco– y servido con pasas de uva, castañas de cajú y cebollas fritas. En la gastronomía tailandesa el arroz es el alimento básico y acompaña sea un curry de vegetales, de pollo o camarones como rodajas de mango fresco para convertirse en uno de los postres más clásicos del país.

img_1367En Latinoamérica, los conquistadores españoles introdujeron el arroz hacia el año 1500 y, a su vez, España y el resto de Europa y Oriente, lo habían recibido en el 700 D.C. con la dominación árabe. Cada cultura añadió a su tiempo su carácter particular; en España, por nombrar algunas, el arroz con leche al estilo asturiano se espolvorea de azúcar y canela en polvo y se plancha o quema con un hierro. En Perú suele servirse con mazamorra morada, un concentrado de maíz morado cocido con harina de camote (fécula), piña, canela, clavo, membrillo y frutos secos como las guindas y guindones, entre otros ingredientes.

img_1433Una opción saludable a este postre que utiliza arroz blanco, leche de vaca y azúcar es la versión que les presento hecha con arroz integral, leche de coco y azúcar orgánico. En su forma integral, el arroz contiene aún las propiedades de las cuales será despojado en el proceso de su refinamiento; la leche de coco como alternativa a la leche animal, nos previene de consumir la lactosa, el azúcar de la leche de los mamíferos que el ser humano no puede digerir; y al escoger un azúcar orgánico, evitamos la exposición a los pesticidas y agroquímicos empleados en los campos convencionales, además de aprovechar las vitaminas y minerales presentes en la planta.

En una próxima entrada veremos cómo realizar la leche de coco casera. Por ahora nos valemos de aquella que conseguimos en el mercado en envase de lata o en botella de vidrio. Como bien advirtió una lectora, esta leche posee conservantes que podrían ser perjudiciales para nuestra salud, a quien agradezco la advertencia y le respondo que su consumo esporádico en un postre nos habilita a tomarnos el tiempo de la preparación de la leche de coco para relajarnos o realizar cualquier actividad pendiente. No obstante, si la tomásemos con regularidad, aconsejo, por supuesto, el uso de la leche de coco casera.

img_1427Si usted es como mi madre, amante de postres más sólidos, hallará éste un poco escaso. No lo juzgue todavía. Prepárelo. Los ingredientes se consiguen en todas las dietéticas a un costo justo. No busque pretextos. Saludable, sencillo y conveniente. Para comer y convidar sin culpa.

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Arroz integral con leche de coco

Ingredientes: (para 4 porciones)
200 grs. de arroz integral yamaní
600 ml de agua
200 grs. de azúcar orgánico
400 ml de leche de coco ralladura o finas tiras de cáscara de 2 naranjas
coco rallado o en escamas c/n

Encontrará dos clases de arroz yamaní en las dietéticas, uno más refinado que el otro. Elija, para esta ocasión, el más refinado, para que el postre luzca un color más parejo y los comensales no descarten los granos oscuros y sospechosos (aquellos con la cascarita claramente visible) en el fondo del plato o en sus bordes… Para cualquier otra receta, prefiera el más integral.

arroz-yamaniarroz-yamaniiiEl agregado de ralladura de cáscara de naranja le confiere un tono ácido al sabor dulce de este postre, que combina a la perfección con la cremosidad de la leche de coco.

Preparación:
Lavar bien el arroz y descartar el agua. Agregar el agua limpia y dejar en remojo durante toda la noche (o el mayor tiempo del que disponga), esto facilitará la cocción del arroz integral que es mucho más firme que el arroz blanco.

img_1180Por la mañana llevar a fuego fuerte hasta que hierva y luego bajar a mínimo, cocinar hasta que el arroz esté tierno y el agua se haya casi completamente evaporado. En este link encontrará las instrucciones para cocinar el arroz integral, pues ya las hemos señalado con anterioridad.

img_1208Cuando el agua se haya reducido verter la leche de coco y el azúcar orgánico.

img_1150Revolver y seguir cocinando hasta que la preparación comience a espesar. Con el agregado de azúcar es posible que la mezcla tienda a pegarse en el fondo, por ello es necesario revolver frecuentemente.

img_1220Apagar el fuego y retirar. Extraer con un acanalador tiritas finas de la piel de las naranjas o bien rallarlas. Reservar una pequeña cantidad para decorar. Incorporar al arroz y mezclar. Dejar enfriar y luego llevar a heladera hasta el momento de servir.

img_1245Tostar el coco rallado o en escamas en una sartén o al horno a fuego muy bajo durante unos minutos moviéndolo constantemente para que no se queme. Disponerlo en un plato individual para que cada quien se sirva a gusto.

img_1402img_1419img_1467Marisa Bergamasco
(Aficionada a la escritura, al buen cocinar y al buen comer y a los buenos y grandes cariños, de profesión agente de viajes, soñadora de vocación, por siempre…)

Torta fácil de maíz, naranja y mandarina

Torta fácil de maíz, naranja y mandarina

Letras | Cocina

img_07071Con la torta de maíz, naranja y mandarina, le adelanto mi cumpleaños que será este viernes 16 de mayo. Es una torta comodín, pues interviene en cualquier reunión –modesta y servidora– complaciendo todos los gustos.
Hace algunos años, cuando íbamos “de visita” a la casa de un familiar o amigo, comíamos lo que nos daban (más aún si éramos niños y debíamos hacerlo sin chistar); quién hubiera pensado en decir un no a las galletas o a las tortas de esas tías que a veces comenzaban a prepararlas en el momento en que llegábamos a sus casas, justo para agasajarnos. Quién hubiera pensado en decir: no como gluten, no como azúcar, no como manteca, no como lácteos. Dios me libre!

img_07401Pasaron los años y se llevaron con ellos ciertas costumbres que dieron lugar a otras nuevas. Hoy comemos aquello que elegimos y podemos pagar. Antes elegíamos poco, pero pagábamos menos o con mayor soltura la comida que ahora, más cara y más sofisticada, nos invade con una cantidad de colores, sabores, texturas, técnicas insólitas de preparación, ingredientes singulares y hasta un personal vocabulario para nombrarla. Vemos los alimentos transformarse a través de sifones, pipetas, jeringas o tubos de silicona en geles, espumas, aires, nieves, nubes, vapores… Dios me libre también!

img_0800Entre lo uno y lo otro, prefiero la comida que habla, aquella franca, que no precisa interlocutor para narrar su contenido. Me ocupo del ingrediente, me importan su sabor y su nobleza, su forma es un aspecto secundario, pues, exceptuando pescados y carnes, no siempre coincide o revela la calidad del interior. Y me gusta poder decir no gracias a ciertos ingredientes que nos hacían comer las tías. Y me gusta poder ofrecer una opción probada a quien me lo diga a mí. Por eso esta torta de apoyo, para quien responda un no a la torta de cumpleaños, para quien no coma harina blanca o dulce de leche o merengue o crema, para quien no coma chocolate, manteca o azúcar refinado; para los difíciles de contentar. Pruébela, e invite. No necesita cumplir años para ello.

img_0786Es la primera vez que le comparto la fecha del mío, se dio cuenta? Me gustaría pensar que a usted no le sucede, pero quizá seamos varios los insatisfechos en nuestro día.
Mi casi enojo proviene, puedo decir, de una necesidad incontenible de grandes celebraciones que no han llegado, no me bastan los saludos, las velas, las tortas, los paseos, los abrazos, los viajes.
Sin embargo, hace poco, quise pasar un 16 en la Toscana. Cuando los ojos, la cintura y el vigor descuidan, a cierta edad, el lujo de la lozanía, comienzan a llegar los viajes que buscamos cuando teníamos 20 y que, ocupados en amores, no tuvimos tiempo o dinero para realizar. Sí, la Toscana, la soñé durante años. Y cuando el peso de los míos empezó a molestarme quise ir allá a intentar celebrarlos. Para espiar qué tan gordo -comiéndose hasta la luna- se puede ser allá, qué tan viejo y abatido y, con todo, feliz, en una patria que no permite desdeñar la alegría ni aún frente al dictamen tirano de un espejo; para regalo de esta media vida, pues durante toda la que llevo cumpliendo en punto cada 16 de mayo y hasta donde mi memoria alcanza, he buscado la belleza sin descanso y encontrado en esta búsqueda la vocación que me redime; la Toscana, sí, para cumplir años y, definitivamente, bajo el sol soñado que convoca, no reparar en los que se están cumpliendo.
Y la celebración, como nunca, se me hizo grande.

img_0803-ay-fidelaEste año, con la Toscana lejos, la celebración se me hace corta. Pero este año cuento con usted, su cariño y su lectura componen mi fiesta de todos los días, y si me hace llegar un saludo, no veré el sol de la Toscana asomarse, es posible, pero me sentiré mucho más cerca…
Gracias! De todo corazón!

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Torta fácil de maíz, naranja y mandarina

Ingredientes: (para una torta tamaño cumpleaños: grande)
6 mandarinas medianas
1 naranja mediana
ralladura de la cáscara de 2 naranjas
400 grs azúcar orgánico
300 ml aceite de oliva extra virgen
5 huevos orgánicos
500 grs de harina de maíz orgánico
4 cdtas. de polvos para hornear
1 pizca de sal marina

img_0614Para el baño de azúcar orgánico y mandarina:
200 grs de azúcar orgánico
jugo exprimido de mandarina c/n

img_0648Preparación:
Precalentar el horno a temperatura moderada. Untar con aceite de oliva o rocío vegetal un molde de 24 cm de diámetro. Llevarlo a heladera o freezer hasta el momento de utilizar.

img_0675Pasar por molinillo de café o procesadora la harina de maíz. De esta manera obtendremos una harina más fina y delicada y absorberá mejor la humedad del aceite. Pasar por cedazo y mezclar con el polvo de hornear y la pizca de sal. Reservar.

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Lavar muy bien las mandarinas y las naranjas. Cortarlas en cuartos (sin pelarlas), quitarles las semillas y licuarlas (o procesarlas) junto con el azúcar, los huevos, la ralladura de la cáscara de naranja y el aceite de oliva.

img_0605img_0590img_0682Verter la preparación en un bowl y agregar en dos tandas los ingredientes secos, revolviendo bien con batidor para desarmar cualquier posible grumo. Hornear a fuego moderado durante aproximadamente 50 minutos o hasta que insertando un palillo no se humedezca.
Retirar del horno y dejar enfriar. Desmoldar y terminar con el baño de azúcar orgánico y mandarina.

img_0670img_0698img_0713-ay-fidelaPara el baño de azúcar orgánico y mandarina:
Pasar por molinillo o procesadora el azúcar orgánico hasta que alcance una textura bien fina. Colocar el azúcar en un bowl y agregar de a poco el jugo de mandarina, cuidando de no exceder la cantidad de líquido; debe resultar un baño bastante espeso pero que permita deslizarlo sobre la torta. Decorar a gusto.

img_0720img_0760Marisa Bergamasco
(Aficionada a la escritura, al buen cocinar y al buen comer y a los buenos y grandes cariños, de profesión agente de viajes, soñadora de vocación, por siempre…)

Trifle de algarroba, pera y coco

Trifle de algarroba, pera y coco

Letras | Cocina

dsc02576dsc02535Alexia pidió una receta dulce, también mi sobrino. Finalmente me decidí por este trifle de algarroba, pera y coco que espero les guste, a Alexia, a mi sobrino y a usted, por supuesto, fiel lector y tan necesario, inestimable apoyo…

dsc02527Alexia y Juan, dos jóvenes de ojos puros y corazón valiente, fundaron la marca Ay Fidela entusiasmados con el concepto romántico que le diera origen: “poner la mesa”, a la antigua, con tiempo y detalles, con primor y amor, conscientes de la importancia de revalorizar un momento y un hábito olvidado o jamás considerado en muchos hogares. Para ello diseñan y confeccionan manteles, servilletas, individuales y otros accesorios de cocina de modo que usted pueda lucir una mesa cálida y resaltar el valor del plato que piensa servirle a los suyos. Y además para que se sienta bien, o mejor, y más mimado.

dsc02544En una realidad que adopta el “delivery” como una forma acostumbrada de alimentación que en menos de media hora resuelve el “problema” del “qué comemos”, estos jóvenes se animaron a crear un producto que propone lo opuesto: cocinar y sentarse a la mesa, a una cuidada, embellecida porque se come más lindo, se digiere más rápido, se recordará para contarlo.

ay-fidela-tc3a91dsc02645Para lucir sus manteles, hoy preparo un postre que ojalá esté a la altura de la calidad que ofrece Ay Fidela. Es un trifle de algarroba, pera y coco. No es un plato de elaboración rápida, aunque tampoco requiere mucho esfuerzo. La estrella será la harina de algarroba.

dsc02530El algarrobo es originario de la región mediterránea, pero se cultiva también en otras zonas cálidas. El algarrobo blanco, por ejemplo, es un árbol indivisible del paisaje en el monte de nuestro norte argentino. De su fruto, la algarroba o vaina, se obtiene una harina muy dulce. Se consiguen dos tipos de harina de algarroba. Una muy oscura, proveniente de las vainas negras (es la más fina, y al cocinarla desarrolla un aroma entre chocolate y café) y la de las vainas blancas, más gruesa y de menor comercialización. Ambas harinas pueden emplearse en la cocina y se compran en las dietéticas.

algarrobaEste alimento milenario es muy rico en fibras, proteínas, vitaminas, minerales, etc. Además, carece de gluten, por lo cual, en su estado puro, la harina de algarroba es apta para celíacos. Los frutos crecen en pequeños tallos formando racimos de hasta 12 vainas. Las vainas, una vez cosechadas, se lavan, se secan durante 20 a 25 días al sol y luego se muelen hasta obtener la harina que hoy utilizaremos.

A mis amigos Juan y Alexia, muchas gracias por vestir mi cocina. Espero que disfruten el trifle!

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Trifle de algarroba, pera y coco

1.- Torta de algarroba

Ingredientes:
200 grs. de harina de algarroba
1 ½ cucharaditas de polvo de hornear
2 huevos
80 grs de azúcar orgánico
100 ml de aceite de oliva
4 cdas. de miel orgánico
2 cdtas. de extracto de vainilla
2 cucharadas de cacao amargo
1 pizca de sal marina

dsc02365Preparación:
Precalentar el horno y untar con aceite un molde de 22 cm. Llevarlo a heladera hasta el momento de usar.

Tamizar juntos la harina de algarroba, el caco amargo, el polvo de hornear y la pizca de sal. Reservar.

dsc02402Batir enérgicamente los huevos con el azúcar hasta que alcance un punto cremoso. Añadir la miel, el extracto de vainilla y luego, lentamente, el aceite, sin dejar de batir. Cuando la mezcla se vea homogénea agregar en dos tandas los ingredientes secos, siempre batiendo.

Verter la preparación en el molde y cocinar a fuego moderado durante 20 a 25 minutos.

dsc02466Retirar del horno, dejar entibiar y desmoldar.

dsc025482.- Peras en compota de té Earl Grey

Ingredientes:
4 peras medianas
1 litro de agua
2 bolsitas de té Earl Grey a la bergamota
120 grs de azúcar orgánico
1 tira de cáscara de naranja

dsc02399Preparación:
Llevar a hervor en una cacerola el agua, el azúcar, la cáscara de naranja y el té. Cuando alcance el punto de ebullición, bajar el fuego y seguir cocinando por 2 a 3 minutos más. Descartar las bolsitas de té y la cáscara de naranja.

dsc02371Mientras tanto pelar las peras, cortarlas por la mitad y extraerles el corazón con las semillas. Colocarlas en el almíbar de té y una vez retomado el punto de ebullición, bajar el fuego y cocinar durante 15 minutos o hasta que insertando un tenedor las notemos al dente. No sobrepasar el tiempo de cocción, pues luego se seguirán cocinando en el almíbar reducido.

dsc02477Retirar las peras del almíbar de té y reservar en un plato. Reducir el té a fuego fuerte, hasta que comience a espesar. Añadir nuevamente las peras y dorarlas por ambos lados con el almíbar (5 minutos por lado). Colocarlas en un plato hondo y rociarlas con el almíbar. Dejar enfriar.

3.- Crema de coco a la naranja

Ingredientes:
400 grs de leche de coco (conservar en heladera desde el día anterior)
cáscara rallada de ½ naranja
1 ½ cdas. de miel orgánica
2 cdas. del almíbar de té de las peras

dsc02490Preparación:
Retirar la leche de coco de la heladera. Al contacto con el frío los grasos de la leche subirán a la superficie. Trate de extraer sólo esta parte, evitando que se cuele el líquido.

Batir ligeramente y agregar la cáscara rallada de naranja y la miel. Alivianar la crema, que resultará demasiado densa, con un poco del almíbar de las peras a gusto.

dsc02498Armado del Trifle de algarroba, pera y coco

Este trifle se puede armar tanto en copas individuales como en un molde único tamaño familiar. En ambos casos, la primera capa, la del fondo, será la de la torta de algarroba. Si utiliza un molde individual, corte una porción similar a la del diámetro de su copa o plato de postre.

dsc02516Bañar la torta con el almíbar de té y a continuación agregar las peras cocidas cortadas en pequeños trozos (las cantidades dependerán del tamaño de su molde).

dsc02510Por último agregar la crema de coco y finalizar decorando con algunas rodajitas de pera cocida y almendras picadas groseramente para añadir al conjunto una textura crocante.

dsc02634dsc02623Marisa Bergamasco
(Aficionada a la escritura, al buen cocinar y al buen comer y a los buenos y grandes cariños, de profesión agente de viajes, soñadora de vocación, por siempre…)

Leche de avena: «Panna cotta de amapola, cardamomo y jengibre»

Leche de avena: «Panna cotta de amapola, cardamomo y jengibre»

Letras | Cocina

dsc01717La leche de avena es un valioso sustituto de la leche animal. Y no es la única, por supuesto, usted sabe que existen otras alternativas como la leche de almendras, de coco, de avellanas, de quinoa, de sésamo, de castañas, de semillas de calabaza, de arroz, etc.

semillasAnteriormente, le he contado acerca de la gran cantidad de dietas y caminos en la alimentación por los que he optado en distintas situaciones; también le confesé mi hastío. De aquello que aprendí, rescato la tolerancia, que considero como una consecuencia estrecha de la diversidad y complejidad de las experiencias a las cuales decidimos someternos. La tolerancia por quien come y piensa diferente, la modesta aceptación de lo que aún no hemos aprendido: la gran clave, la palabra perfecta, el método infalible… todavía lejos, siempre lejos, gracias a Dios.

dsc01706Así, seguimos husmeando, planificando, inventando. Y no sólo dietas. Métodos curativos, innovaciones antioxidantes, rutinas físicas, cirugías extraordinarias, estilos de vida. Exploramos. Mientras tanto, en algunos aspectos, aferrados a ciertas creencias, continuamos por años resistiendo el cambio o el paso de nuevas ideas o restamos veracidad a las comprobaciones científicas acerca de determinados productos o alimentos. Por qué? Porque somos animal de costumbre, usted tiene razón, y somos, además –y seguramente debe usted saberlo– la única especie de seres vivos que consume leche después del primer período de lactancia. Biológicamente, superado este período, nuestro cuerpo no necesita la ingesta de leche, pero la consumimos de todas maneras por el calcio que en apariencia nos aporta.

dsc01735Sin embargo, nuestro organismo difiere de aquel del ternero que cuenta con la enzima necesaria para permitirle absorber el calcio de la leche materna. Para nosotros, en cambio, se vuelve difícil poder absorberlo, en cualquier caso imposible absorber toda la cantidad de calcio que podría aprovecharse de la leche animal.

Para ello existen en la naturaleza innumerables fuentes de calcio provenientes de otros alimentos. Por ejemplo, las espinacas, y todos los vegetales verdes. Ha visto usted, sin ir más lejos, una vaca privada de calcio? Algo sabrán ellas que se nutren de pasto (las más afortunadas) durante toda su vida. Las semillas, los cereales, las frutas y legumbres, los pescados, los frutos secos. La naturaleza no limita su generosidad. Enhorabuena.

dsc01727Y para quien esté listo a probar las leches alternativas, las opciones son igual de abundantes y variadas, las mencionamos al comienzo. Hoy preparamos leche de avena, fácil, económica, nutritiva, saludable. Usted elige a diario, con la información de la cual dispone y se beneficia, su particular camino. Investigue, pruebe, pregunte. El régimen infalible, recuerde, aún no se ha inventado. Utilice los elementos sanos que aún nos ofrece la naturaleza, cansada a estas alturas de tanto maltrato. Utilícelos y arme un sistema de vida que le acomode. Con toda la tolerancia aprendida, mi única y última recomendación: ármelo lo más sanamente posible, por el bien de su salud y por la salud de aquellos que habrán de cuidarlo cuando usted envejezca.

Para la nota dulce –usted sabe cuánto adoro los dulces– le dejo esta panna cotta con leche de avena que lo animo a probar y, si le parece, a enviarme después su inestimable comentario.

Hasta la próxima semana!

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Leche de avena
(Según el tipo de avena que tenga en su casa elija la receta que más le convenga).

Ingredientes:
1 taza avena arrollada
1 litro de agua
1 pizca de sal
ó
50 grs de avena en grano
800 ml de agua
1 pizca de sal

Preparación:
Remojar la avena en agua durante toda la noche, sea arrollada o en grano, para “activar” su potencial nutritivo, que de otro modo se encuentra inhibido. Por la mañana la avena habrá crecido al menos el doble de su tamaño. Descartar el agua del remojo, enjuagar y agregar el agua que indica la receta.

Llevar a ebullición la avena arrollada y apagar el fuego.
Llevar a ebullición la avena en grano y cocinar durante 10 minutos a fuego medio.
(En el caso de la avena arrollada este paso de la cocción puede evitarse y licuarse directamente).

En ambos casos dejar enfriar y licuar la preparación. Colar con colador fino o con lienzo y agregar la sal. Las leches vegetales se conservan en la heladera durante 3 a 4 días. Antes de usar, agitar bien el envase.

dsc01588Panna cotta de amapola, cardamomo y jengibre con zest de cítricos en almíbar de miel orgánica

La panna cotta, en esta receta, depende en gran parte de los cítricos para mostrarnos la totalidad de sus sabores, no omita prepararlos. Es compañía imprescindible!

dsc01557Ingredientes:
Para la panna cotta:
750 ml de leche de avena
3 cdtas. de agar agar (o un sobre de gelatina sin sabor)
5 cucharadas de azúcar orgánico
3 cdtas. de semillas de amapola
2 vainas de cardamomo
4 rodajas finas de jengibre
1 pizca de sal

dsc01605Para los zest de cítricos en almíbar:
cáscaras de 2 limones, 2 naranjas y 2 limas
120 grs de miel orgánica
100 grs de azúcar orgánico
200 ml de agua

dsc01647Preparación de la panna cotta:
Disolver el agar agar en media taza de la leche de avena. Colocar el resto a hervir con el azúcar, la pizca de sal, las rodajas de jengibre, las semillas de amapola y el cardamomo (abrir las vainas y retirar las semillas, molerlas ligeramente antes de usar).

Antes que alcance el punto de ebullición agregar el agar agar disuelto y cocinar a fuego bajo durante 2 o 3 minutos más. Apagar el fuego, dejar enfriar y colar para asegurarnos que no quede ningún grumo en la mezcla. Verter en moldes individuales o en un molde único, de acuerdo a sus preferencias, y llevar a la heladera hasta el momento de servir.

dsc01617Preparación de los zest de cítricos en almíbar:
Cortar en juliana la piel de 2 naranjas, 2 limones y 2 limas. Hervir durante 5 minutos a fuego fuerte, descartar el agua y reservar. Preparar un almíbar con la miel, el azúcar y el agua a punto hilo fuerte, cocinar aproximadamente 5 minutos a fuego moderado.

dsc01688Agregar las cascaritas de los cítricos, cocinar a fuego bajo durante 20 minutos más o hasta que los zest se vean caramelizados. Retirar del fuego y dejar enfriar. Al momento de servir decorar la panna cotta con los cítricos y un poco del almíbar.

Marisa Bergamasco
(Aficionada a la escritura, al buen cocinar y al buen comer y a los buenos y grandes cariños, de profesión agente de viajes, soñadora de vocación, por siempre…)

Duraznos del Piamonte

Duraznos del Piamonte

Letras | Cocina

dsc00680Me han preguntado en estos días si prefiero las recetas dulces a las saladas, pues en este blog abundan las primeras. La respuesta viene sobrando. Herencia de mi madre, esta afición casi pasión que la alimenta y me alimenta como si fuéramos dos niñas, ojos orientados al postre, corazón que palpita sin freno con la gloria anticipada de una torta a punto de ser partida en trozos. Cómo será en su interior? Usted también se lo pregunta?

Con los años, como todo vicio o virtud, esta atracción tiende a convertirse en un modelo rancio, repetido y apegado a la costumbre en el comer. Tendencia que, por razones de salud y probable sobrepeso, me encaminó a la búsqueda de platos más ligeros, más sanos, con menos aporte de calorías inútiles. No así mi madre, fiel todavía a sus hábitos de juventud y portadora como pocos de una salud contundente que no se condice con los kilos de garrapiñadas de maní y los dulces caseros de duraznos, cargados ambos de azúcar, que come con alegría y gesto ingenuo, como quien engulle la bondad incuestionable de un bocado de arroz integral y sabe que será para bien. Y además conserva su cintura. Ojalá la genética se muestre así de compasiva conmigo.

dsc00534La herencia carga la esencia de la poesía en su lenguaje. Sea a través de los genes o de las tradiciones, la transferencia de detalles físicos, ideales y gustos, modos y hasta mañas es parte de un proceso sorprendentemente bello. Mis antepasados piamonteses difícilmente supieron escribir, vinieron de Turín y de Cúneo a trabajar la tierra que aquí era (y es) rica en hectáreas y prodigios. Sin embargo, el Piamonte y sus rutinas, o algunas, dialecto incluido, continúan manifestándose en casa como si leídos de algún libro de familia o contados por una abuelita de buen genio, de las que infunden el sueño con historias. Nada de eso. Ni relatos ni libros. No había tiempo para tales atenciones. Indemnes al paso de la vida nueva, transmitidas por intuición o imitación, las formas habituales del hablar, cocinar, conservar, criar y pensar de aquella otra vida que traían consigo y que antes de emigrar imaginaron sería la única, se propagaron como polvo soplado porque era preciso hacerse de un recuerdo vivo para aliviar la enormidad de la ausencia, asegurarse un método fácil para salvar la identidad.

dsc00540Fui crecida y malcriada en una cocina a la piamontesa, entre grisines, sabayón, dulces fritos, polenta, bagna cauda y ravioles, tallarines, bagnet, vitel toné, grapa y vermú, caracoles, hongos, liebre, arroz, anchoas, embutidos. Todo en grandes cantidades. Mi madre comía siempre menos y mantenía la línea a raya, el resto de nosotros la perdíamos con frecuencia.

La versión original de estos duraznos lleva mantequilla, chocolate y yema de huevo. Hay quien, además, opcionalmente le agrega al relleno unas gotas de algún licor. Los grasos y la humedad de las yemas y la mantequilla los reemplacé por los de la leche de coco, es más saludable y aporta un sabor delicado y una textura sedosa que combina espléndidamente con la rugosidad del amaretti. Con el chocolate, esta vez me contuve. Asumiría muy rápido el protagonismo que merecen en este postre los amaretti con su sabor almendrado; y la leche de coco, permítame insistir, servida encima de un durazno abierto, debería comerse a granel!

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Duraznos del Piamonte   (mi versión)

Ingredientes:
1 durazno por persona (la receta está pensada con 3 duraznos)
1 litro de agua
200 grs de azúcar rubia
1 lata de leche de coco (400 grs.)
80 grs de amaretti
2 cucharadas colmadas de miel
cáscaras de naranja confitadas c/n

dsc00538dsc00588Preparación:
Para los duraznos:
Llevar a ebullición el agua y el azúcar hasta obtener un almíbar ligero (5 minutos). Incorporar los duraznos lavados y enteros con un corte en cruz de la cáscara en su parte inferior. Hervirlos por 10 minutos o hasta que la piel comience a desprenderse.

dsc00635Retirarlos del fuego y pasarlos a un recipiente con agua fría para cortar la cocción y enfriarlos. Pelarlos y cortarlos por la mitad con cuidado de no romperlos. Descarozarlos y dejarlos reposar sobre papel de cocina para que suelten el líquido excedente y evitar así que se mezcle con el relleno. Continuar la ebullición del almíbar por 10 minutos más hasta que reduzca y espese apenas.

dsc00655dsc00675Para el relleno:
Llevar la leche de coco al refrigerador. El agua de la leche se mantendrá en la parte inferior de la lata y los grasos se solidificarán arriba, de modo que podremos usarla como si fuera una crema lista para ser montada a nieve (y mucho más rica!).
Retirar la parte densa de la leche delicadamente, para no permitir que el líquido suba también a la superficie. Verter en un recipiente, agregar la miel y mezclar.

dsc00625Triturar en procesadora, mortero o nada más con la mano los amaretti hasta lograr la consistencia deseada, a mí me gusta un resultado más rústico, pero es usted quien decide. Agregarlos a la crema de coco y mezclar bien.

dsc00660Repasar con lienzo o papel toalla el centro de los duraznos para terminar de secarlos. Rellenarlos con la crema, una cucharada por cada mitad, y finalizar con las cáscaras de naranja abrillantadas y algunas almendras fileteadas. Servir con el almíbar o disponerlo aparte para que cada quien se sirva a voluntad.

dsc00706Marisa Bergamasco
(Aficionada a la escritura, al buen cocinar y al buen comer y a los buenos y grandes cariños, de profesión agente de viajes, soñadora de vocación, por siempre…)