Pasta de maní

Pasta de maní

Letras | Cocina

dsc00167dsc00012La comí por primera vez al tiempo de estar viviendo en Miami, hace unos pocos años. Y me gustó.
No recuerdo haberla visto antes de eso en los supermercados de aquí o de Chile (por los que anduve otro tiempo también), o siquiera haber mencionado ni advertido el deseo de comprarla. Pero el americano es tan aficionado a su peanut butter como, por ejemplo, nosotros al dulce de leche o el italiano a la nutella, y no hay apetito o espíritu que se resista –menos uno apegado al dulce como el mío– a la presencia sin falta de este producto en los hogares, los negocios, los quioscos, la televisión, las recetas, la cultura. Costaba poco, a diferencia de lo mucho que pagamos en nuestras góndolas por uno de estos frascos, y era natural, orgánica y sin azúcares agregados.

dsc00128Si aprendí algo en Estados Unidos mejor que el inglés fue el sabor de la comida orgánica. Y lo aprendí rápido. Pollos, salmones, huevos, brócolis, hojas verdes y de cuanto color vivo la naturaleza tiene a bien regalarnos, frutas, quesos, nómbreme… supermercados enteros de productos orgánicos, organizados por departamentos o góndolas diferenciadas, con lo mejor de allí y del resto del mundo, exhibido con harto primor, una delicia recorrerlo y un beneficio a corto y largo plazo comprar, si usted es de los que se preocupan algo de su salud.

whole-food-marketUno de los más completos es el Whole Foods Market. Una maravilla! Una prestigiosa cadena de supermercados con locales en Estados Unidos, Canadá y el Reino Unido. Hacer las compras en su local de Pinecrest, saliendo de la ciudad de Miami, se planificaba como un día de paseo. La villa residencial de Pinecrest merece ella sola el viaje, pero bastaba alargar unos kilómetros para llegar a la ciudad de Homestead y aprovechar mejor el sol del día que en Miami rara vez no se deja ver. Homestead, devastada en el 2002 por el huracán Andrew y luego repoblada y convertida en una próspera ciudad agrícola, es una tregua concedida al rumor y al tráfico citadinos y un destino estimulante para quienes entendemos y hemos visto el trabajo del campo y lo disfrutamos más por ello. De manera que las paltas, los mangos, las naranjas, que luego compraríamos en el Whole Foods Market seguramente provenían de sus cultivos. Tomar mate en uno de estos caminos es uno de los más queridos recuerdos que atesoro de aquellos fines de semana.

mate-en-homesteadplantaciones-homesteadOtro de mis favoritos era el Wild Oats Market, en South Beach, también un paseo atravesar el puente que separa la isla de la ciudad y después o antes de las compras visitar un rato el mar que tanto añoro…
Claro que no todos los días podemos tomarnos este tiempo para hacer compras, entonces cerca de casa existirá siempre un Publix, o la cadena que fuera dependiendo del estado en que se encuentre, en donde además de hallar una sección de orgánicos de casi la mayoría de los productos participará de algunas charlas raras como ésta. Ponga atención:

–        Este queso no tiene precio, -dijo la cajera mirándome. Me dispuse a salirme de la caja y a buscar otro en las góndolas que lo llevara impreso, pero ella habló antes: – Vaya enfrente, a atención al cliente, allí se lo darán gratis.
–        Por qué?, -pregunté curiosa y contenta.
–        Es el procedimiento, cuando no tiene precio se lo lleva gratis.

Era un queso mascarpone que, gratuito, resultó doblemente cremoso… Fue la primera lección que recibía de respeto hacia el cliente. Luego ya no me sorprenderían; ¿adoptaría usted, como yo, las buenas maneras y costumbres con mayor ligereza que las del desatento?

publixCada aspecto de la conformación de una cultura es criticable y, a la vez, digno de nuestros elogios, según el punto de vista. La cultura americana, que evidentemente adolece de faltas, como el resto, puede presumir, sin embargo, de su concepción integral del cliente y de su conciencia de la necesidad de él como el factor más importante para el desarrollo o no de una empresa. El cliente de un supermercado, de un banco, de una tienda, de un restaurante, no debiera considerarse un integrante menor en esta búsqueda del desarrollo. En esta parte del sur del mundo, debo decirle, y con bastante tristeza, nosotros, clientes y consumidores, nos hallamos en una situación delicada: sin voz o derecho a reclamo, mucho menos con derecho a la devolución de un producto, y con frecuencia debemos padecer el trato descortés de empleados o hasta dueños de un negocio que difícilmente entenderán algún día la anécdota del mascarpone…

dsc00202Me voy a mi pasta de maní. Maní comprado en una de las dietéticas que me tiene como cliente cautiva. Es una posibilidad válida para esquivar la descortesía de la cual hablo, la de apropiarse de un negocio y revisitarlo, educar a su dueño, domesticarlo y procurar hasta su cariño. En el mundo del revés usted elige: o pretende la razón o trabaja por un trato ameno.

Pasta de maní

Ingredientes: para 300 grs de producto terminado
200 grs de maní pelado y tostado
1 pizca de sal marina
4 cucharaditas de miel
2 cucharaditas de aceite de oliva
agua c/n

dsc00043dsc00090Preparación:
Procesar el maní hasta obtener un polvo.

dsc00093dsc00098Continuar procesando hasta que adopte la consistencia de una pasta. A medida que el maní va soltando sus aceites se irá amalgamando y adquiriendo el aspecto de una mantequilla.

dsc00100Agregar la miel, la pizca de sal, el aceite de oliva y procesar (en mi caso utilicé maníes salados, verifique el punto de sal del maní que compra, de otro modo necesitará mayor cantidad de miel para endulzarlos).

dsc00105dsc00107Por último agregar el agua de a poco, con cuidado para no aguar la mezcla, mientras continúa procesando hasta obtener el punto deseado. Debe resultar una pasta untable.

dsc00111dsc00114dsc00181dsc00196dsc00215dsc00224Marisa Bergamasco
(Aficionada a la escritura, al buen cocinar y al buen comer y a los buenos y grandes cariños, de profesión agente de viajes, soñadora de vocación, por siempre…)

Pan de miel y jengibre

Pan de miel y jengibre

Letras | Cocina

dsc00348La receta está creada para lucir una mielera que es tan dulce por fuera como lo que lleva dentro. Me la prestó mi profesor de italiano, ferviente colaborador del blog y amigo muy pero muy querido. Hombre gentil, piadoso y paciente con quienes intentamos comunicar algo en esta lengua que para unos es un pasatiempo, para otros un desafío, y para mí un motivo de fascinación semejante a la que provocan otras destrezas, grandes o pequeñas, que finalmente conseguimos dominar (como los primeros pasos o los primeros besos) con tal porfía y un afán que pareciera despegarnos de este mundo.
Siempre le agradecemos a Néstor. No sólo las clases.

dsc00247La mielera es un chiche inglés. El diccionario de la Real Academia Española dice que la palabra chiche, en Argentina y en Bolivia, se refiere a cualquier cosa delicada, bonita y, por lo común, pequeña. Lástima que este término no se entienda en otros países, pues no creo en uno más completo para explicarla y hacerle un cumplido.

dsc00244No sé por qué razón, pero apenas de nacida ya la miel me caía mal. Exagero, es probable, sin embargo, puedo decirle con franqueza que durante casi toda mi vida no pude nada más no disfrutarla sino a veces hasta padecer su aroma para entonces repelente y su sabor que combinaba exacto, a mi modo de percibirlo, con el olor.

dsc00268Recuerdo no haber pasado los diez años de edad cuando mi mejor amiga me invitó una tarde a casa de sus primos. Al rato de jugar a las escondidas la merienda nos encontró entregadas a la euforia del juego. No quisimos suspender. Comíamos una mientras se escondía y la otra mientras contaba. Me acurruqué detrás del aljibe, con mi galleta con mantequilla y miel de campo en una mano que no sabía si tragar –sin degustar ni respirar– o tirar al pozo. Comencé a rasparla en la pared del aljibe. Una tristeza. La mantequilla y la miel se mezclaron. Mi galleta igual quedó impregnada de miel y mantequilla y de paso de alguna impureza de la piedra del aljibe. No me repetí, deshonrando la vehemencia de la tía porque siguiera comiendo.

dsc00341Por años descarté la miel de postres, comidas, bebidas, galletas y todo. También las infusiones que con persistencia me ofrecía mi padre en los inviernos, para curar las bronquitis que llegaban sin excepción con los primeros fríos. No tomé jamás un té con miel, hasta que las bronquitis se volvieron disgusto y en un momento pensé seriamente en aceptar la receta de alguien que me sugería un brebaje hecho de leche tibia con miel y clara de huevo, según sus explicaciones, bebida medicinal de cantantes de ópera para recuperar y fortalecer el genial comportamiento de sus cuerdas vocales. Y creo que por ahí es que empezó a seducirme. Cargada de un tono romántico la miel reclamaba al menos un poco de cortesía. Se la di. Compré un frasco y preparé la pócima. Después de la tarde del aljibe, me reencontraba con ella y era mi segunda experiencia en una vida que ya contaba unos cuantos años (no diré nunca el número). Quedé prendada. Aquello me sabía a flan, a caramelo, y entraba suave, sanando de a poco, mimando y abriendo un nuevo sentido al gusto del dulce.

dsc00342Descubrir que podía gustarme fue casi como aprender una destreza o pronunciar mi primera palabra en italiano. Hoy, que ya no me asalta la fascinación nueva de aquel brebaje de ópera, la miel es compañía de mis tés, ingrediente de mis tortas y postres, se desliza sobre quesos, ensaladas, endulza almíbares, escarcha almendras, deshace llantos, calma ansiedades. Las he probado de limón, de ulmo, de castaña, de erica, de algarrobo.

Asombra, conmueve y preocupa conocer la magnitud de aquello que podemos reparar. El de la miel es un ejemplo pequeño, cierto, pues hay mieles mucho más complejas y sustanciales ante las cuales, muy a menudo, en lugar de probarlas, nos hacemos los tontos. No será su caso, lo sé y a usted lo aprecio aún más por ello. Pero a mí, muy a menudo, frente a una de éstas últimas, se me achica la audacia…

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Pan de miel y jengibre

Ingredientes:
2 huevos
150 ml de aceite de oliva
200 grs de miel
350 grs de harina integral
100 grs de germen de trigo
2 cdtas. de polvo de hornear
1 pizca de sal
40 grs de cáscara de naranja confitada picada finamente
40 grs de nueces picadas groseramente
50 grs de pasas de uva
2 cdas. de jengibre rallado

dsc00263Preparación:
Mezclar la harina integral, el germen de trigo, el polvo de hornear y la pizca de sal. Añadir a los secos las pasas de uva, las nueces y las cáscaras de naranja confitadas. Revolver y reservar.

dsc00273En bowl aparte batir el aceite con la miel. Agregar los huevos de a uno y mezclar bien después de cada adición. Incorporar el jengibre rallado.

Añadir de a poco los ingredientes secos integrándolos con la espátula. Si la preparación resultara muy seca rectificar con un poco de leche. Verter la preparación en un molde de pan de 20 cm de largo y cocinar a fuego moderado durante 50-55 minutos o hasta que insertando un palillo lo retiremos limpio.

dsc00292Retirar, dejar entibiar y desmoldar.

dsc00318Servir acompañado de miel, algún dulce de su preferencia o nada más con su café habitual o su tecito de la tarde.

dsc00340Marisa Bergamasco
(Aficionada a la escritura, al buen cocinar y al buen comer y a los buenos y grandes cariños, de profesión agente de viajes, soñadora de vocación, por siempre…)

Higos griegos

Higos griegos

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dsc09958Me gusta husmear en el plato de al lado, y también en el de más allá. Y no nada más en el plato. Subir lento, espaciando la sorpresa, con ojos de disimulo hasta el rostro de quien come, es un ejercicio que recomiendo experimentar al menos una vez, sea por falta de otra diversión a mano o bien por exceso de curiosidad, como me ocurre a mí.

En realidad, el hallazgo, no habrá de sorprenderlo. Quien come reflejará aquello que consume en su plato casi con la precisión con que los perros son espejos de sus dueños o los carritos en un supermercado de quienes los conducen.

higosSu dieta, entre otros componentes, lo define. Una de las importantes razones por las que amo la región mediterránea es su dieta infalible. De modo que acepté con entusiasmo el libro de cocina griega que ofreció prestarme Eugenia, mi generosa amiga y hermana. Y como soy adicta al dulce, me quedé prendada en la última parte que, por lo general en los libros de cocina, es la que presenta los postres. Dice el autor que el toque dulce al final de una comida griega suele ser un poco de fruta fresca de temporada como uvas, cerezas, higos, damascos, duraznos, naranjas, mandarinas, dátiles, nísperos, manzanas, peras, melón, granada, fresas… Otro clásico es el cremoso yogur griego servido con un chorrito de miel y quizá unos pistachos o almendras triturados por encima.

dsc09831A los griegos les encantan los dulces, sólo que los consumen durante el día con un café y preferiblemente una o dos horas después de las comidas en lugar de como postre, y eso, lo sabemos quienes perseguimos los beneficios de una vida saludable, evita que pongamos dificultades a la digestión del plato fuerte.

Las masas y las galletitas también las suelen elaborar con productos de temporada como fruta o frutos secos, y muchos de ellos van recubiertos con un almíbar de miel y cítricos que les confiere una textura llamativa e irresistiblemente húmeda.
Si nos abstenemos de la mantequilla, podría decirse que los postres griegos son bastante inofensivos. Por fortuna, usted y yo sabemos que podemos contar con un nobilísimo sustituto de la manteca como lo es el aceite de oliva, y con él habré de experimentar muy pronto para lograr un buen resultado en las recetas pecaminosas que le contaré más adelante.

dsc09895Elegí una propuesta con higos porque esta fruta, además de gustarme, me provoca un fanatismo tal que me hace llevarla donde vaya, o buscarla luego, ansiosamente, en los negocios locales para que no me falte un día. En cualquiera de sus formas: al natural, en almíbar, secos los adoro, en mermeladas, caramelizados, a la parrilla, confitados, al horno, qué más…

dsc09820Mórbido, sugerente, sacia y nos deja más contentos. Fruto de filósofos. Manjar predilecto de Platón. Los griegos al fundar una ciudad plantaban una higuera para ubicar el punto de reunión de los ancianos. Aporta energía, fibra, minerales, beneficios para la concentración, dulzura.
Lástima que este mundo de hoy nos haga pagar por cada higo el costo de un real lujo. El lujo es vulgaridad, leí escrito en la puerta del conductor de un camión remolque. Me asombró que la frase saliera de una grúa, pero estuve inmediatamente de acuerdo. Entonces el higo, que jamás será una fruta vulgar, no debiera costar lo que un lujo. No le parece?

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Higos rellenos de pistachos y miel

Ingredientes:

250 ml de jugo de naranja recién exprimido
6 cucharadas de miel
12 higos
40 grs de pistachos pelados y picados
25 grs de damascos secos picados
2 cucharaditas de semillas de sésamo integral
2 cucharaditas de fécula de maíz
50 ml agua

dsc09854Calentar el jugo de naranja con 5 cucharadas de la miel en una cacerola hasta que se disuelva. Añadir los higos y cocinar a fuego bajo durante 5 a 10 minutos, hasta que estén medianamente hechos, pues es una fruta muy delicada y es posible que se desarmen si nos sobrepasamos en la cocción. Retirar del fuego y dejarlos enfriar en el líquido.

dsc09857dsc09869Mientras tanto, preparar el relleno mezclando en un recipiente los pistachos y damascos picados, las semillas de sésamo integral y la cucharada de miel restante.

dsc09878dsc09886Retirar los higos del jugo de cocción y practicarles un corte en la parte superior, muy cerca del, tallo hasta aproximadamente la mitad del higo. Ahuecar con los dedos y rellenar con una cucharadita de la mezcla. Cerrar la abertura presionando con cuidado y colocarlos en la fuente en la cual los serviremos.

dsc09918Llevar a fuego mediano el líquido de cocción, agregarle la fécula de maíz disuelta en agua y cocinar unos minutos más hasta que espese. Retirar y una vez tibio volcar sobre los higos.

dsc09991dsc09988dsc09996Marisa Bergamasco
(Aficionada a la escritura, al buen cocinar y al buen comer y a los buenos y grandes cariños, de profesión agente de viajes, soñadora de vocación, por siempre…)

Frutillas: mousse de verano

Frutillas: mousse de verano

Letras | Cocina

dsc09142dsc09122Mis árboles amigos, los mismos que anduvieron mostrándose aquí en otras entradas, están repletos. Gordos de verdor y voces de aves diferentes.

dsc08812Espesura que nos da sombra, y de su bamboleo pesado recibimos el alivio para el calor cuando aplasta. Refugio.

dsc08820dsc08819Los verduleros exhiben con desfachatez sandías y melones cortados al medio, haciendo aguar la boca del que pasa y obligándolo a meter mano en el bolsillo para entrar y comprar. A mí la sandía me provoca hundirme con cabeza y dientes en su carne vistosa hasta arrancarle de un mordisco el corazón y reventar de dicha.

dsc09035dsc09089Llegan de a poco las uvas, hay quienes pueden jugar a seducir con ellas; nosotros, el resto, sufriremos a lo sumo un empacho bien ganado. También las cerezas, que manchan casi con seguridad cada camino que les mandamos recorrer: fruto incomparable. Duraznos, mangos, damascos… Puro jugo, pura agua…

Y la señora frutilla, faltaba más.

dsc08934La reina, la roja, la dulce, la que se sube a todos los postres. Cuántas recetas ha protagonizado? Y películas? Y libros? Cenas de gala? Picnics? Fotos?
Sabía que una taza de frutillas tiene solamente 55 calorías? Que hay un museo en Bélgica sólo para frutillas? Que las frutillas son un miembro de la familia de las rosas? Que en promedio una frutilla tiene 200 semillas? Que la frutilla es la única con las semillas en el exterior de la fruta? Que ocho frutillas proporcionan el 140% de la cantidad de vitamina C recomendada diariamente?

dsc089301La frutilla me gusta en estado natural, para qué agregarle qué si no lo necesita. Sin embargo, como usted estará esperando alguna receta interesante veremos cómo nos resulta esta mousse con leche de coco, merengue de azúcar mascabo y reducción de aceto balsámico a la pimienta. Y frutillas, por supuesto!

dsc09114Nada sofisticado (no es mi estilo, usted me conoce). Una combinación delicada y bastante particular. El aceto balsámico y la frutilla se llevan muy bien desde un largo tiempo antes que yo descubriera mi afán por la cocina o más aún, que incluso naciera (bueno, habría que averiguar si la idea es tanto así de viejita…). Ambos elegantes, puros, un poco dulces y un poco ácidos, y sencillamente nobles.

dsc09105En una oportunidad tuve la gran fortuna de visitar la admirable acetaia Leonardi, en Módena, Italia.

dsc04081dsc04084La degustación de los distintos acetos (distinto año de cosecha, distinto tiempo de maduración, distinta cantidad de trasvases, distinta calidad de la madera de los toneles, distinto clima, distinto amor y distinta mano de quien lo elabora) se realiza en cucharitas. Nos las proveía la joven que nos explicó este proceso y nos llevó a recorrer las instalaciones: ojos y edad envidiables, y además una apasionada. Lo comento porque era muy notorio, de otra manera no habría podido advertirlo; los míos se mantuvieron cerrados durante casi toda la visita, y se echaban para atrás, con mi cabeza derrotada mientras mi garganta –por la que corría el bálsamo–, con cada gota, apretaba el cielo.

dsc04095Para despedir el año o recibir el que vendrá o las dos cosas, le propongo un postre fresco, estivo, saludable, aparentemente manso… Basta probarlo, después me cuenta.

Muy Feliz Año para usted y su familia!

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Mousse de verano

Ingredientes:
400 grs de frutillas procesadas
jugo de ½ naranja
ralladura de la cáscara de 1 naranja
4 claras
100 grs de azúcar mascabo
100 grs de azúcar orgánico
50 grs de miel
80 ml de agua
14 grs de gelatina sin sabor o agar agar
400 grs de leche de coco (conservar en heladera desde el día anterior)
40 grs de pistachos sin sal pelados y finamente picados

dsc08995Preparación:
Procesar las frutillas con el jugo de naranja y la ralladura y tamizar en colador o en pasa verdura. Obtendremos un jugo sedoso y libre de grumos o restos de fruta sin moler. Vale la pena el esfuerzo extra.

dsc09067dsc09072Disolver la gelatina en 50 ml de agua caliente.
Preparar un almíbar con los azúcares, la miel y el agua a punto bolita. Tardará unos minutos más de los 12 que toma un almíbar con azúcar blanca.
Mientras tanto batir las claras a nieve. Cuando el almíbar esté en su punto justo agregarlo a las claras por un costado del recipiente sin dejar de batir, hasta que se enfríe.

dsc09076Retirar la leche de coco de la heladera. Al contacto con el frío los grasos de la leche subirán a la superficie. Trate de extraer sólo esta parte, evitando que se cuele el líquido.

dsc09082Batir ligeramente en bowl por separado.

dsc09084Incorporar la gelatina disuelta a la pulpa de frutillas, luego el merengue italiano y por último la leche de coco batida.

Colocar la preparación de la mouse en un molde grande o en moldes individuales y llevar a la heladera por al menos dos horas o hasta que tome una consistencia casi firme. Dejar una hora en el freezer o en el congelador antes de servir para que esté bien frío.

Acompañar con la reducción del aceto balsámico y decorar con los pistachos pelados y picados y con pétalos de rosa secos (esto último no es necesario, pero dígame si no se ve lindo…)

dsc09124dsc09120Para la reducción de aceto balsámico:
150 ml de aceto balsámico
4 cucharadas de azúcar integral
1 cucharada colmada de miel
Pimienta c/n

Verter en una cacerolita el aceto con el azúcar y la miel. Cocinar a fuego fuerte hasta que rompa hervor y luego bajar a mínimo durante 5 a 8 minutos más o hasta que comience a verse denso. No sobrepasar este tiempo de cocción, porque al enfriarse la reducción seguirá espesando. Retirar del calor y agregar pimienta a gusto.

dsc09115dsc09152dsc09165dsc09175Marisa Bergamasco
(Aficionada a la escritura, al buen cocinar y al buen comer y a los buenos y grandes cariños, de profesión agente de viajes, soñadora de vocación, por siempre…)

Budín de Navidad y Rompón

Budín de Navidad y Rompón

Letras | Cocina

dsc08568Mi madre prepara el pan dulce todos los años, y no sólo para estas fiestas, lo hace cualquier otro día, aunque no haya para festejar más que las ganas de meterse en la cocina a esperar el trabajo lento de la levadura y después, claro, la embriaguez final de comerlo como postre, merienda o antídoto infalible para las tristezas.

dsc08571De siempre homenajeo a mi madre, pero desde que mi querida Eli, la madre de mi mejor amiga, se nos ha ido hace poco quién sabe a qué mejor mundo, me apura el miedo de perder la mía, me anda pisando los talones y arrancándome alguna lágrima por la que se fue y por la que aún nos queda, quiera Dios que el tiempo que ella elija seguir acompañándonos.

dsc08564Mi madre prepara el pan dulce con levadura fresca, frutas abrillantadas, esencias y todo lo necesario. El pan dulce con forma de panettone. En cambio, hoy, elegí una variante, igualmente rica, húmeda y fácil de servir pues su altura, como es el caso del panettone, no implicará un posible derrumbe del pan dulce o de partes de la porción cuando tome contacto con el cuchillo, o tampoco la pérdida de algunas de sus frutas que, a menos que la confianza sea mucha con aquel que se siente al lado, no sabremos si recogerlas o si dejarlas ahí, y en todo caso, ahogaremos infelizmente el antojo de presionarlas con los dedos y llevarlas a la boca en un bocado que para mí representa el motivo principal por el cual me acerco al pan dulce. Un bocado malogrado. Una pena evitable.

dsc08597El pan dulce de mi mamá lo comeré en su casa. Hoy, como dijimos, compartiré con usted la receta de este budín y si me permite, dos o tres nostalgias que me vienen cerrando el buen ánimo y el aliento si no les pongo un poco de orden.

Mi querida Elisa, para Navidad, preparaba el rompón, una bebida alcohólica típica chilena que lleva como ingredientes leche, huevos y agua ardiente, característica de la Región de los Lagos, al sur de Chile, donde habitaba. Y además, con “don Fredy”, así llamo yo a su marido, quien anda con ganas de unírsele como si acá no le sobrara el cariño, (tendré que arreglar cuentas con él algún día…) cocinaban las galletas navideñas con cardamomo, canela y clavos de olor. Puedo abrir aquel frasco de galletas con los ojos cerrados y aspirar el disparo punzante del perfume de las especias. Elisa cocinaba poco, pero lo hacía con gran organización, siguiendo un método y sin amilanarse hasta salir airosa y con resultado elogiable, como enfrentó y llevó a buen fin cada encargo (hasta el último de despedirse) que le entregó la vida o que buscó sola porque no podía estarse quieta.

dsc08579Homenajeamos, si le parece, a las madres, a las que no están y a las que siguen leudando panes dulces o caminando algún vericueto de los tantos que prefieren andar para que los hijos encuentren luego un destino más bondadoso.

Feliz Navidad! Para usted y su familia, para su madre, presente o no, feliz Navidad para todos!

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Budín de Navidad

Ingredientes:
150 ml de aceite de oliva extra virgen
200 grs de azúcar orgánico
50 grs de miel
3 huevos
Ralladura de un limón y una naranja
1 cdta. de extracto de vainilla
200 grs de harina integral
150 grs de harina de arroz integral
2 cdtas. de polvo de hornear
1 pizca de sal
2 cdas. de Cognac o de algún licor que tenga en casa
100 grs de fruta abrillantada picada
100 grs de nueces picadas groseramente
100 grs de almendras picadas groseramente
100 grs de pasas de uva

dsc08506Preparación:
Batir enérgicamente el aceite de oliva con el azúcar orgánico y la miel. Agregar los huevos enteros de a uno por vez, perfumar con las ralladuras del limón y la naranja y el extracto de vainilla. Mezclar las harinas con el polvo de hornear y la sal y añadir intercalando con el coñac. Si hiciera falta agregar un poco de leche.

Unir todas las frutas con una cucharada de harina integral para que durante la cocción permanezcan distribuidas uniformemente en la masa. Incorporar a la mezcla anterior las frutas revolviendo con movimientos suaves. Verter en un molde de budín inglés previamente embebido en aceite de oliva y estacionado unos minutos en el freezer.

dsc08514dsc08516Cocinar durante 50 a 60 minutos a fuego moderado o hasta que al insertar un palillo en su interior lo retiremos limpio.

Dejar enfriar por 5 a 10 minutos y desmoldar. Decorarlo con una reducción de mermelada de frutos rojos. Para ello diluir 2 cucharadas de mermelada con 2 de agua y 1 de miel a fuego lento. Perfumar la reducción con unas gotas de jugo de limón y esparcir sobre el budín. Decorar con las frutas de su preferencia.

dsc08552dsc08583Rompón de Eli

Ingredientes:
1 litro de leche
2 yemas de huevo
2 cdtas. de extracto de vainilla o las semillas de una vaina
1 palito de canela en rama
100 grs de azúcar orgánico
aguardiente: la cantidad que desee

dsc08530Preparación:

Hervir la leche con la vainilla, el azúcar y la canela. Cuando alcanza punto de ebullición retirarla del fuego.
Batir las yemas y agregarlas a la leche, cuidando de que no se corten. Para ello vertemos un poco de la leche sobre las yemas, revolvemos bien y luego las añadimos al resto de la leche.

dsc08544Volver la mezcla al fuego y batir hasta que comience a espesar. Dejar enfriar y por último agregar el aguardiente.
Envasar en una botella de vidrio y reservar en la heladera hasta el momento de servir. Debe estar bien frío.

dsc085581Marisa Bergamasco
(Aficionada a la escritura, al buen cocinar y al buen comer y a los buenos y grandes cariños, de profesión agente de viajes, soñadora de vocación, por siempre…)