Letras | Cocina
De niña, no recuerdo haberlas comido. Más por la austeridad real en la que vivíamos en casa (mi padre apenas empezaba su camino) que por falta de interés. Cuando mi vecino cumplió 4 años, su mamá le hizo una torta y la decoró con bastoncitos de galleta y chocolate (habanitos), los pegó uno al lado del otro, rodeándola, construyendo una empalizada digna de tirar abajo a manotazos. Eso hicimos. Y es inolvidable la dicha que sentimos mi hermano y yo al hacerlo.
De adolescente, con una economía de mi padre bastante más firme, entré en todos los negocios de golosinas y las probé sin escrúpulos. No solo fueron golosinas… Las formas se me agrandaron al punto que si usted me hubiera conocido (bueno, muchos aquí me han visto y saben que no miento) no me reconocería en las fotos publicadas en este blog. Mientras masticaba azúcar y harinas y mil porquerías, envasado todo en papeles de colores brillantes, mantenía el paladar entretenido y también el pensamiento, perturbado, fastidiado, afligido, en este período complejo que nos antecede a la juventud.
Lo que quiero contarle –y apuro un resumen antes de que usted se me aburra o se duerma– no es la historia de mi vida, bastante poco rutilante, por cierto. Me interesa, en cambio, divulgar aquello que aprendí y que pueda serle útil para mejorar o intentar mejorar su calidad y cantidad de vida.
Si le sobran algunos kilos, no importa cuántos, piense y sepa con seguridad que no es una carga definitiva. Si le molestan, como a mí oportunamente, puede deshacerse de ellos nada más tomando la decisión. Bueno, no es nada más una expresión que pretenda denotar la facilidad o rapidez del asunto, pues no lo es, sin embargo, es el primer y único acto que garantizará el cambio que usted necesita. La buena alimentación, el ejercicio físico, la vida sana, no corresponden a ningún tratamiento especial que deba observar por un tiempo determinado. Cuidarse indica una actitud, una posición que se toma un día para después no abandonarla. La recuperación de nuestras formas y emociones ocurrirá dentro de un proceso lento, lamento tener que advertírselo, y los riesgos serán muchos y grandes, pues hemos aprendido desacertadamente de la publicidad y no de la naturaleza la noción de rico y llamativo. No se inquiete, hallará una o más columnas que lo sustenten. En mi caso, la inclinación al dulce (cercana a la avidez) y una digestión perezosa crónica han avivado el desarrollo de una predisposición sin prejuicios para reparar en nuevas alternativas e inmediatamente luego para probarlas.
Comencé con las ciruelas secas, por las dos razones anteriores, y de allí a los higos negros (casi mis favoritos al día de hoy) pasaron no más que algunos minutos. Comí cáscaras y frutas abrillantadas, damascos secos, dátiles (los más dulces), almendras, avellanas, nueces, pistachos, higos turcos, higos griegos, castañas, etc etc, y los seguiré comiendo…
Un lugar imperdible para conocer y abastecerse de estas encantadoras frutas secas es el negocio de Ángel Leone, fundado en 1927 por inmigrantes sicilianos. Del abuelo al padre y del padre a los nietos la pasión llegó puntual e ilesa a cada generación, completa. Vale la pena verlo. Valen la pena su historia y lógicamente, la variedad y cualidades de los productos que ofrecen con trato cordial, sus propios dueños, detrás de un mostrador de madera, a la antigua…
Le dejo algunas ideas válidas para aplacar al monstruo del dulce, bocaditos pequeños, fáciles de preparar, deliciosos, naturales, buenos para usted.
Acabo de contarle mis propias vivencias. Me gustaría que me escriba si está pasando por algo similar o quiere compartir sus reflexiones conmigo.
Golosinas de la naturaleza
Trufas de dátiles, damascos secos y pistachos
Ingredientes:
60 grs pistachos
90 grs almendras
6 dátiles grandes o 10 pequeños (sin carozo)
cáscara rallada de media naranja
50 grs de damascos secos
1-2 cucharadas de jugo exprimido de naranja
pizca de sal marina
Preparación:
Procesar ¼ de los pistachos hasta que aún puedan verse pedacitos mínimos pero enteros. Reservar.
Procesar completamente el resto de los pistachos con las almendras y la pizca de sal.
Agregar los dátiles, la cáscara de naranja rallada, el jugo de naranja y procesar. Incorporar los damascos secos y volver a trabajar con la procesadora pero sólo un poco, pequeños pedacitos de damascos deberían quedar visibles.
Con una cuchara, tomar una porción de la preparación en la palma de la mano y formar una bolita. Continuar hasta terminar con el resto de la mezcla.
Pasar las trufas por los pistachos picados y conservar en la heladera hasta el momento de servir.
Trufas de dátiles, pasas de uva y nueces. Con chocolate.
Ingredientes:
100 grs de dátiles descarozados
100 grs de pasas de uva
100 grs de nueces
2 cucharadas de cacao amargo
1 cucharada de aceite de oliva extra virgen
Para la cobertura:
100 grs de chocolate de buena calidad, derretido
2 cucharaditas de canela en polvo
1 cucharada de miel
1 cucharada de aceite de oliva
50 ml de leche (idealmente de cabra)
Preparación:
Procesar los dátiles junto con las pasas y las nueces hasta lograr una masa homogénea. Rectificar la dulzura de la pasta agregando más pasas o más dátiles si fuera necesario.
Agregar el cacao y el aceite de oliva y procesar.
Formar bolitas con la mano, puede ayudarse con una cucharita de las especiales para cortar bolitas de melón y asegurarse de que todas tendrán el mismo tamaño.
Cobertura:
Derretir a baño María el chocolate, incorporar la canela molida, el aceite, la miel y la leche. Mezclar y reservar.
Bañar con el chocolate derretido y disponer las trufas sobre papel manteca en la heladera hasta que la cobertura endurezca.Semillas de girasol dulces
Ingredientes:
200 grs de semillas de girasol peladas
3 cucharadas de miel
Preparación:
Tostar por breves minutos en una cacerolita o sartén tapadas las semillas, a fuego bajo, removiéndolas para que no se quemen.
Agregar la miel y cocinar hasta que el líquido se evapore y la mezcla comience a solidificar.
Esparcir sobre una fuente o plato grande y dejar enfriar. Se formará un solo bloque grande. Rómpalo con las manos en trozos tan pequeños o grandes como desee.
Almendras escarchadas
Ingredientes:
50 grs azúcar integral
4 cucharadas de agua
100 grs almendras
Preparación:
Hacer un almíbar con el azúcar y el agua. Colocar las almendras, mezclar y revolver hasta que se forme una película de azúcar alrededor de los frutos secos. Dejar enfriar y separar las almendras en caso de que se hayan pegado.
Marisa Bergamasco
(Aficionada a la escritura, al buen cocinar y al buen comer y a los buenos y grandes cariños, de profesión agente de viajes, soñadora de vocación, por siempre…)
Marisa, buenísimos¡
Susie
Gracias mi querida Susie, te convido a la distancia.
Un fuerte abrazo,
Marisa