Letras | Cocina
Para morder un bocado dulce, hay veces que con poco recorremos tanto… Resolver ese antojo en minutos (pequeño capricho, imprevista ansiedad o como usted prefiera darle nombre), es un gran beneficio para quienes amamos el sabor dulce y no estamos dispuestos a dar rienda suelta a nuestra noble adicción en cualquier negocio, frente a góndolas coloridas de productos procesados que saben a todo y nada. Mejor casero, siempre, mejor métase a la cocina, que en diez o quince minutos solucionamos este vilo en que nos mantiene momentáneamente el deseo.
La palabra crocante es sonora, hermosa, musical. Promete y garantiza aquello que anuncia. Y lo cumple. A reconocer la naturaleza de su composición me enseñó Elba, y antes de mis veinte años (los cuales jamás sabrá usted cuánto hace que ocurrieron) había desarrollado, como ella, la ineludible necesidad de encontrarla en mis comidas. Elba tomaba el té con galletitas y algún dulce, y se deleitaba mordiendo –primero con la punta de los dientes– ese pequeño objeto con forma que exigía algo más de acción que un mero pasaje por el paladar y un tragar como si nada. Acá, señor, había que batallar un poco. Masticar, morder, triturar, poner a trabajar la dentadura completa, y hasta no moler la última partícula crujiente, se aguantaba el trago, se demoraba el placer final de engullirlo y, con ello, la total liberación del gusto, esa bala efervescente que alcanza súbito el cerebro y nos deja estómago y espíritu complacidos. Si agrega un factor crocante a sus platos, créame, no sólo hallará diversión o un ejercicio saludable para su dentadura, descubrirá sabores sugestivos, que añadirán un matiz particular, diverso según el ingrediente que elija: semillas, frutos secos, hojas verdes bien firmes, hojas de endivia o radicchio, croutons integrales, snacks de legumbres horneadas, etc.
Sobre las semillas de sésamo nos detendremos en una próxima ocasión, pues sus múltiples propiedades y beneficios, además de sus usos, ameritan una entrada en exclusiva. Le adelanto una recomendación válida: consúmalas! Constituyen un milagro alimenticio que aporta hierro, proteínas, calcio, zinc y fibra. Estimulan la digestión, refuerzan la inmunidad natural, contribuyen a reducir el nivel de colesterol sanguíneo. La lista continúa… Le propongo la relectura de Repollitos de Bruselas con girasol picante de semanas atrás, donde encontrará más detalles sobre los nutrientes igual de valiosos de las semillas de girasol.
Quiero hablar un momento sobre la miel que acompaña nuestra receta del día, gentil aporte de la empresa Apidelta, de la ciudad de San Nicolás, provincia de Buenos Aires. Una empresa dedicada íntegramente a la apicultura, que produce y tipifica mieles de distintos sabores de acuerdo a su origen botánico: de trébol blanco, de alfalfa, naranjo, de sauce, caa-tay (hierba perenne acuática), eucaliptus, pradera. Y por cuanto exportan el 90% de su producción, basan el control de calidad en las normas más exigentes del mundo (códigos alimentarios de la Unión Europea, Japón y USA), a través de exigentes análisis llevados a cabo en laboratorios de última generación.
Hoy utilicé miel de naranjo, de aroma floral intenso y sabor suave, ligeramente ácido, que potencia el efecto cítrico de la ralladura de limón y, asimismo, ambos tipos de acidez actuando juntos, reducen sutilmente el derroche de dulzura que plantea la miel dondequiera que se presenta. Gracias a Carlos y a los amigos de Apidelta por su exquisita participación en el blog.
Repito, métase a la cocina, que en menos de media hora comemos un dulce casero, rico, crujiente, sano y hasta económico. Quiere pedirme más? Le dejo abajo la receta, no pretenda también que vaya a prepararla a su casa…
Ingredientes:
100 grs de sésamo integral
100 grs de girasol pelado
100 grs de miel
50 grs de azúcar orgánico
ralladura de la cáscara de 2 limones
Preparación:
Disponer en una sartén a fuego bajo las semillas de sésamo y las de girasol. Tostarlas durante unos minutos hasta que cambien ligeramente de color y comiencen a soltar su aroma (algunas semillas se abrirán y se oirán pequeños chasquidos). Revolver de vez en cuando para lograr un tostado parejo.
Agregar la cáscara rallada de los dos limones y mezclar con las semillas.
En una cacerola pequeña llevar a fuego moderado la miel y el azúcar. Apenas se derrita el azúcar bajar el fuego y continuar la cocción por 5-6 minutos a llama mínima (para no sobre calentar la miel) hasta que la preparación tome un tono levemente amarronado.
Es ideal que tanto las semillas como la miel estén a temperatura similar al momento de unirlas, para no enfriar, de otro modo, el caramelo. Por eso, le sugiero realizar al mismo tiempo ambos pasos. Verter las semillas en el caramelo, revolver y seguir cocinando durante 6-8 minutos más, hasta que las semillas tomen un color decididamente tostado y el caramelo se reduzca casi por completo.
Disponer en una placa untada con rocío vegetal o aceite de oliva o en plancha siliconada, si la tuviera.
Esparcir y aplanar con el fondo de una cuchara untada en aceite (esto evitará que el crocante se pegue a la cuchara) hasta lograr el espesor deseado. Para una textura definitivamente crocante recomiendo una cubierta bien fina.
ATENCIÓN:
Trabajar la preparación con mucho cuidado! El caramelo caliente puede causar quemaduras de importancia, por lo tanto no debe tocarse hasta que esté medianamente tibio.
Antes que el crocante se enfríe por completo, cortar con cortapastas o cuchillo o nada más romper con las manos y darle la forma y el tamaño que más le guste.
Conservar en frascos herméticos. Cuánto tiempo? Eso deberá contármelo usted. Debo serle franca, en casa este crocante (en estas cantidades) no ha pasado más allá de 3 o 4 días sin desaparecer… Cuánto tiempo será usted capaz de resistir la tentación de terminarlos? Me lo cuenta?
Marisa Bergamasco
(Aficionada a la escritura, al buen cocinar y al buen comer y a los buenos y grandes cariños, de profesión agente de viajes, soñadora de vocación, por siempre…)
Que gusto me da ver aparecer estas recetas que quisiera ser mago para aparecer todos los ingredientes en mi despensa y
empezar a trabajar para degustarlas.
Gracias por este don que tienes.
Recordándote Ingrid.
Mi querida Ingrid,
gracias por este mensaje tan cariñoso, lo aprecio tanto…
Vas a disfrutar mucho de este crocante, es un dulce disponible a toda hora, un bocadito que satisface, alegra un poquito el alma, y eso es bueno, verdad?
Un muy fuerte abrazo y TODO mi cariño!!!
Marisa
Gracias Marisa por esta receta. Hace tiempo que quiero prepararme mis barras de cereales yo mismo. Me interesa agregarles semillas de chia. Felicitaciones por el cuidado y la belleza que refleja este blog. Guillermo Sanchez
Hola Guillermo,
gracias por el apoyo y el cariño!
Voy a hacer una prueba con el agregado de chía, a ver qué resulta, pues la chía como sabrás produce un efecto gelatinoso al contacto con un medio líquido que seguramente hará variar el resultado de esta receta, pero puede surgir una nueva tal vez más rica aún. Te avisaré.
Un abrazo!
Marisa
hummmm !! esta receta (bah !!! como todas las tuyas) se empieza a degustar desde la lectura , es un placer desde el vamos…desde que la leemos… gracias Marisa, un abrazo desde Cordoba…
Una pregunta: envian desde tu agencia de viajes newslatter a correos particulares?
Hola María Rosa,
es muy generoso tu comentario, muchas gracias! Sí enviamos newsletters, voy a incluir tu correo. Te adelanto que estamos organizando un viaje a Italia para Septiembre del año próximo, en relación a la Expo Milano 2015 Es un mega evento gastronómico. Ya comunicaremos más detalles, pero te adelanto que será una oportunidad imperdible.
Gracias otra vez! Un abrazo!
Marisa
Marisa. MUUUUCHAAASSS GRAAACIAAASSS!!!! por ser tan didáctica y apasionada en la cocina y en la docencia de ella.
Hace mucho que buscaba esta receta e incluso traté de «inventarla» pero sin resultados positivos. El caramelo lo hacía solamente con azúcar y no daba resultado. El secreto mágico era la miel!!!
Por tu generosidad, te cuento yo también que pueden hacerse como un rico canapé, sin limón o si te gusta lo demás, y se sirven con un poquito de queso camembert y cebollitas rehogadas en oliva. Probalas, espero que te gusten y así te vas a acordar de mi (espero que bien!).
Gracias otra vez y hasta la próxima!
Hola Vicky,
qué buena tu idea! Gracias por compartirla! Me encantan las semillas, y las combinaciones que se pueden lograr utilizándolas, sean dulces, saladas, agridulces, etc.
Me alegro que te haya sido útil la receta.
Cariños!
Marisa