Arroz integral con leche de coco

Arroz integral con leche de coco

 Letras | Cocina

img_1368El arroz con leche es un postre simple, ingenuo, no llega con trompetas ni pide aplausos al retirarse, dulcemente tranquilo; a muchos les recuerda la infancia y hay quienes, fanáticos, se iluminan con cada bocado. A mí me llegó de adulta el acercamiento con este postre, mi mamá no era de las madres que lo preparaban con frecuencia. En casa el postre rey sigue siendo una torta y, si no es lo suficientemente húmeda o no lleva relleno de dulce de leche, entonces torta y algo más, para acompañar, para mojarla: duraznos en almíbar, ensalada de frutas, alguna crema hecha de leche y vainilla, o de leche y chocolate, es decir, como se dará cuenta, el arroz con leche no es una meta que como niños nos hubiera interesado demasiado, éramos más bien de los postres peso muerto, los que reclaman fanfarrias y se van haciendo alarde de haber eliminado enteramente el apetito y la buena digestión del comensal.

Cocinándolo para una persona entusiasta de las que se iluminan al comerlo, probé diferentes versiones de este postre, dignas todas de repetirse la porción, ninguna reprobada. El arroz cocido con leche es tan versátil que de él encontraremos tanto preparaciones saladas como dulces. Los indios lo comen con especias, muchas, como en el sur, Kerala –famosa por su masiva producción de coco– y servido con pasas de uva, castañas de cajú y cebollas fritas. En la gastronomía tailandesa el arroz es el alimento básico y acompaña sea un curry de vegetales, de pollo o camarones como rodajas de mango fresco para convertirse en uno de los postres más clásicos del país.

img_1367En Latinoamérica, los conquistadores españoles introdujeron el arroz hacia el año 1500 y, a su vez, España y el resto de Europa y Oriente, lo habían recibido en el 700 D.C. con la dominación árabe. Cada cultura añadió a su tiempo su carácter particular; en España, por nombrar algunas, el arroz con leche al estilo asturiano se espolvorea de azúcar y canela en polvo y se plancha o quema con un hierro. En Perú suele servirse con mazamorra morada, un concentrado de maíz morado cocido con harina de camote (fécula), piña, canela, clavo, membrillo y frutos secos como las guindas y guindones, entre otros ingredientes.

img_1433Una opción saludable a este postre que utiliza arroz blanco, leche de vaca y azúcar es la versión que les presento hecha con arroz integral, leche de coco y azúcar orgánico. En su forma integral, el arroz contiene aún las propiedades de las cuales será despojado en el proceso de su refinamiento; la leche de coco como alternativa a la leche animal, nos previene de consumir la lactosa, el azúcar de la leche de los mamíferos que el ser humano no puede digerir; y al escoger un azúcar orgánico, evitamos la exposición a los pesticidas y agroquímicos empleados en los campos convencionales, además de aprovechar las vitaminas y minerales presentes en la planta.

En una próxima entrada veremos cómo realizar la leche de coco casera. Por ahora nos valemos de aquella que conseguimos en el mercado en envase de lata o en botella de vidrio. Como bien advirtió una lectora, esta leche posee conservantes que podrían ser perjudiciales para nuestra salud, a quien agradezco la advertencia y le respondo que su consumo esporádico en un postre nos habilita a tomarnos el tiempo de la preparación de la leche de coco para relajarnos o realizar cualquier actividad pendiente. No obstante, si la tomásemos con regularidad, aconsejo, por supuesto, el uso de la leche de coco casera.

img_1427Si usted es como mi madre, amante de postres más sólidos, hallará éste un poco escaso. No lo juzgue todavía. Prepárelo. Los ingredientes se consiguen en todas las dietéticas a un costo justo. No busque pretextos. Saludable, sencillo y conveniente. Para comer y convidar sin culpa.

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Arroz integral con leche de coco

Ingredientes: (para 4 porciones)
200 grs. de arroz integral yamaní
600 ml de agua
200 grs. de azúcar orgánico
400 ml de leche de coco ralladura o finas tiras de cáscara de 2 naranjas
coco rallado o en escamas c/n

Encontrará dos clases de arroz yamaní en las dietéticas, uno más refinado que el otro. Elija, para esta ocasión, el más refinado, para que el postre luzca un color más parejo y los comensales no descarten los granos oscuros y sospechosos (aquellos con la cascarita claramente visible) en el fondo del plato o en sus bordes… Para cualquier otra receta, prefiera el más integral.

arroz-yamaniarroz-yamaniiiEl agregado de ralladura de cáscara de naranja le confiere un tono ácido al sabor dulce de este postre, que combina a la perfección con la cremosidad de la leche de coco.

Preparación:
Lavar bien el arroz y descartar el agua. Agregar el agua limpia y dejar en remojo durante toda la noche (o el mayor tiempo del que disponga), esto facilitará la cocción del arroz integral que es mucho más firme que el arroz blanco.

img_1180Por la mañana llevar a fuego fuerte hasta que hierva y luego bajar a mínimo, cocinar hasta que el arroz esté tierno y el agua se haya casi completamente evaporado. En este link encontrará las instrucciones para cocinar el arroz integral, pues ya las hemos señalado con anterioridad.

img_1208Cuando el agua se haya reducido verter la leche de coco y el azúcar orgánico.

img_1150Revolver y seguir cocinando hasta que la preparación comience a espesar. Con el agregado de azúcar es posible que la mezcla tienda a pegarse en el fondo, por ello es necesario revolver frecuentemente.

img_1220Apagar el fuego y retirar. Extraer con un acanalador tiritas finas de la piel de las naranjas o bien rallarlas. Reservar una pequeña cantidad para decorar. Incorporar al arroz y mezclar. Dejar enfriar y luego llevar a heladera hasta el momento de servir.

img_1245Tostar el coco rallado o en escamas en una sartén o al horno a fuego muy bajo durante unos minutos moviéndolo constantemente para que no se queme. Disponerlo en un plato individual para que cada quien se sirva a gusto.

img_1402img_1419img_1467Marisa Bergamasco
(Aficionada a la escritura, al buen cocinar y al buen comer y a los buenos y grandes cariños, de profesión agente de viajes, soñadora de vocación, por siempre…)

Huevos horneados

Huevos horneados

Letras | Cocina

img_1041Hemos preparado en una oportunidad los huevos poché, recuerda? Hoy los haremos al horno, con vegetales salteados y una picardía de prosciutto.

Que el huevo contiene colesterol?
Según múltiples estudios realizados en los últimos años, el consumo de huevos, a pesar de su contenido en colesterol, no eleva el riesgo cardiovascular en personas sanas, pues aporta grasas insaturadas en su composición, y los principales responsables del aumento de los niveles de colesterol en sangre (y en particular del colesterol perjudicial, el LDL) son las grasas saturadas y las parcialmente hidrogenadas (también llamados ácidos grasos trans). Aunque la mayor parte de los alimentos ricos en colesterol suelen ser también ricos en grasas saturadas, el huevo, como ya lo dijimos, no lo es.

img_1028Me pide mi opinión al respecto? Moderación. No siempre esta palabra obra milagros, pero algunas veces puede evitarnos un problema. Comer poco y lo necesario es preferible a pasar una noche indigestos, hablar menos nos dejará el oído alerta para entender mejor a quien se halle enfrente, quejarnos casi nada permite ocupar el tiempo probando soluciones. Moderación. Dominar esta virtud es arte de grandes. Nosotros, los seres comunes, oscilamos entre el exceso y la ausencia. La vida y sus fatigas nos mantienen en los límites. Vislumbrar la medida justa. Cómo? Quién? Es usted de los pocos?

La moderación, si fuera norma, debería incluir sus excepciones. No se puede –ni debería–, por ejemplo, moderar el cariño. Si usted lo ofrece abundantemente alejará a muchos, prepárese; pero apenas alguien se ajuste a su horma, descubrirá que bien habrá valido la pena el afán. Siempre vale la pena.

img_1019Hablando de cariño inmoderado, evoco a mi nona María. La nombro y acuden como ángeles sus ojitos de risa atascada en la garganta para hacerme reír otra vez. Así reía ella, hasta agotar su voz en un zumbido fino como silbido y esconder sus ojos tras las flojas arrugas de los párpados. Reía y éramos más felices… Tenía en su casa un patio grande con gallinero. Me daba miedo entrar. Las gallinas me miraban entonces casi a la misma altura y robar un huevo de sus nidos era un complejo deber de nieta que no podía negarse, aunque igual les desconfiaba. A veces me corrían por detrás, y con razón, quién se cree usted, niñita, llevándose lo que vengo empollando así como así, para terminar duro en las ensaladas de tomate y lechuga de su abuela? No, señor! Con todo y susto, la aventura era imperdible. Allí llevábamos también la basura viva, la del balde naranja (que no se llamaba todavía “orgánica”), y se reciclaba en alimento gourmet de mis amigas ponedoras.

Recojo algunos para la receta de hoy y salgo corriendo, de la memoria y del gallinero, a prepararle algo rico, le parece? Cómalos con moderación, por si acaso. Cocínelos con cariño abundante…

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Huevos horneados con vegetales salteados y prosciutto

Entre los vegetales que utilicé encontrará las arvejas, congeladas, puesto que estamos en otoño y no se hallan frescas en las verdulerías. Le aconsejo que no las descongele con anticipación, no será necesario, llévelas directamente al fuego; conservarán mejor su sabor, color y textura.

El prosciutto no es un ingrediente de los más sanos, pero verá, seré moderada…

img_0921Ingredientes: (para 4 personas)
4 huevos orgánicos
2 cebollas moradas medianas
100 grs de prosciutto
300 grs de arvejas
4 atados de espinaca
6 dientes de ajo
ralladura de la cáscara de 2 limones
3 cucharadas de jugo de limón
aceite de oliva c/n
sal y pimienta c/n
1 cdta. de nuez moscada rallada

img_0877img_0850Preparación:
Precalentar el horno a fuego moderado. Untar con rocío vegetal o aceite de oliva 4 moldes de soufflé o ramekin, llevar a heladera mientras prepara el contenido.

img_0951Lavar bien las espinacas. Aplastar los ajos con un cuchillo grande y de hoja ancha, colocándolo sobre los dientes y dando un golpe seco con el puño cerrado.

img_09031Calentar en sartén grande, a fuego suave, 3 o 4 cucharadas de aceite de oliva extra virgen y perfumarlo con los ajos cuidando que no se quemen. Cuando el aceite comienza a soltar aroma agregar las espinacas, la nuez moscada rallada, una pizca generosa de sal y tapar.

img_0909img_0943Cocinar 2-3 minutos, descartar los ajos y retirar del fuego. Dejar enfriar y luego estrujarlas para extraerles el agua en exceso. Añadir pimienta a gusto y reservar.

img_0918Picar finamente las cebollas y rehogarlas en la misma sartén de las espinacas con ajo. Cortar en pequeños trocitos el prosciutto y agregar a las cebollas.

img_0894Continuar con las arvejas. La preparación resultará salada por el prosciutto, no necesita sal adicional. Cuando los ingredientes y los sabores estén cocinados y amalgamados (10-15 minutos), apagar el fuego, añadir la ralladura de la cáscara de los limones y volcar en un bowl.

img_0933Picar las espinacas cocidas y reservar 1/3 para después.

img_0947Mezclar las espinacas picadas con los demás vegetales, agregar el jugo de limón, 2-3 cucharadas de aceite de oliva extra virgen y probar para rectificar el sabor y la sal.

img_0961Llenar hasta la mitad los moldes con los vegetales.

img_0963Cubrir con las espinacas tratando de formar una capa impermeable, ayudándose con un tenedor o cuchara, para evitar que después se cuele el huevo.

img_0968Colocarlos encima de la espinaca y llevar a horno moderado hasta que la clara se vea cocida y la yema comience apenas a coagular.

img_0980No sobrepasar la cocción, el huevo debe verse jugoso. Finalizar con sal y pimienta y, si lo prefiere, acompañar con una ensalada de berro o rúcula.

img_1069img_1019Marisa Bergamasco
(Aficionada a la escritura, al buen cocinar y al buen comer y a los buenos y grandes cariños, de profesión agente de viajes, soñadora de vocación, por siempre…)

Torta fácil de maíz, naranja y mandarina

Torta fácil de maíz, naranja y mandarina

Letras | Cocina

img_07071Con la torta de maíz, naranja y mandarina, le adelanto mi cumpleaños que será este viernes 16 de mayo. Es una torta comodín, pues interviene en cualquier reunión –modesta y servidora– complaciendo todos los gustos.
Hace algunos años, cuando íbamos “de visita” a la casa de un familiar o amigo, comíamos lo que nos daban (más aún si éramos niños y debíamos hacerlo sin chistar); quién hubiera pensado en decir un no a las galletas o a las tortas de esas tías que a veces comenzaban a prepararlas en el momento en que llegábamos a sus casas, justo para agasajarnos. Quién hubiera pensado en decir: no como gluten, no como azúcar, no como manteca, no como lácteos. Dios me libre!

img_07401Pasaron los años y se llevaron con ellos ciertas costumbres que dieron lugar a otras nuevas. Hoy comemos aquello que elegimos y podemos pagar. Antes elegíamos poco, pero pagábamos menos o con mayor soltura la comida que ahora, más cara y más sofisticada, nos invade con una cantidad de colores, sabores, texturas, técnicas insólitas de preparación, ingredientes singulares y hasta un personal vocabulario para nombrarla. Vemos los alimentos transformarse a través de sifones, pipetas, jeringas o tubos de silicona en geles, espumas, aires, nieves, nubes, vapores… Dios me libre también!

img_0800Entre lo uno y lo otro, prefiero la comida que habla, aquella franca, que no precisa interlocutor para narrar su contenido. Me ocupo del ingrediente, me importan su sabor y su nobleza, su forma es un aspecto secundario, pues, exceptuando pescados y carnes, no siempre coincide o revela la calidad del interior. Y me gusta poder decir no gracias a ciertos ingredientes que nos hacían comer las tías. Y me gusta poder ofrecer una opción probada a quien me lo diga a mí. Por eso esta torta de apoyo, para quien responda un no a la torta de cumpleaños, para quien no coma harina blanca o dulce de leche o merengue o crema, para quien no coma chocolate, manteca o azúcar refinado; para los difíciles de contentar. Pruébela, e invite. No necesita cumplir años para ello.

img_0786Es la primera vez que le comparto la fecha del mío, se dio cuenta? Me gustaría pensar que a usted no le sucede, pero quizá seamos varios los insatisfechos en nuestro día.
Mi casi enojo proviene, puedo decir, de una necesidad incontenible de grandes celebraciones que no han llegado, no me bastan los saludos, las velas, las tortas, los paseos, los abrazos, los viajes.
Sin embargo, hace poco, quise pasar un 16 en la Toscana. Cuando los ojos, la cintura y el vigor descuidan, a cierta edad, el lujo de la lozanía, comienzan a llegar los viajes que buscamos cuando teníamos 20 y que, ocupados en amores, no tuvimos tiempo o dinero para realizar. Sí, la Toscana, la soñé durante años. Y cuando el peso de los míos empezó a molestarme quise ir allá a intentar celebrarlos. Para espiar qué tan gordo -comiéndose hasta la luna- se puede ser allá, qué tan viejo y abatido y, con todo, feliz, en una patria que no permite desdeñar la alegría ni aún frente al dictamen tirano de un espejo; para regalo de esta media vida, pues durante toda la que llevo cumpliendo en punto cada 16 de mayo y hasta donde mi memoria alcanza, he buscado la belleza sin descanso y encontrado en esta búsqueda la vocación que me redime; la Toscana, sí, para cumplir años y, definitivamente, bajo el sol soñado que convoca, no reparar en los que se están cumpliendo.
Y la celebración, como nunca, se me hizo grande.

img_0803-ay-fidelaEste año, con la Toscana lejos, la celebración se me hace corta. Pero este año cuento con usted, su cariño y su lectura componen mi fiesta de todos los días, y si me hace llegar un saludo, no veré el sol de la Toscana asomarse, es posible, pero me sentiré mucho más cerca…
Gracias! De todo corazón!

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Torta fácil de maíz, naranja y mandarina

Ingredientes: (para una torta tamaño cumpleaños: grande)
6 mandarinas medianas
1 naranja mediana
ralladura de la cáscara de 2 naranjas
400 grs azúcar orgánico
300 ml aceite de oliva extra virgen
5 huevos orgánicos
500 grs de harina de maíz orgánico
4 cdtas. de polvos para hornear
1 pizca de sal marina

img_0614Para el baño de azúcar orgánico y mandarina:
200 grs de azúcar orgánico
jugo exprimido de mandarina c/n

img_0648Preparación:
Precalentar el horno a temperatura moderada. Untar con aceite de oliva o rocío vegetal un molde de 24 cm de diámetro. Llevarlo a heladera o freezer hasta el momento de utilizar.

img_0675Pasar por molinillo de café o procesadora la harina de maíz. De esta manera obtendremos una harina más fina y delicada y absorberá mejor la humedad del aceite. Pasar por cedazo y mezclar con el polvo de hornear y la pizca de sal. Reservar.

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Lavar muy bien las mandarinas y las naranjas. Cortarlas en cuartos (sin pelarlas), quitarles las semillas y licuarlas (o procesarlas) junto con el azúcar, los huevos, la ralladura de la cáscara de naranja y el aceite de oliva.

img_0605img_0590img_0682Verter la preparación en un bowl y agregar en dos tandas los ingredientes secos, revolviendo bien con batidor para desarmar cualquier posible grumo. Hornear a fuego moderado durante aproximadamente 50 minutos o hasta que insertando un palillo no se humedezca.
Retirar del horno y dejar enfriar. Desmoldar y terminar con el baño de azúcar orgánico y mandarina.

img_0670img_0698img_0713-ay-fidelaPara el baño de azúcar orgánico y mandarina:
Pasar por molinillo o procesadora el azúcar orgánico hasta que alcance una textura bien fina. Colocar el azúcar en un bowl y agregar de a poco el jugo de mandarina, cuidando de no exceder la cantidad de líquido; debe resultar un baño bastante espeso pero que permita deslizarlo sobre la torta. Decorar a gusto.

img_0720img_0760Marisa Bergamasco
(Aficionada a la escritura, al buen cocinar y al buen comer y a los buenos y grandes cariños, de profesión agente de viajes, soñadora de vocación, por siempre…)

Riso e fagioli. Le mondine piemontesi.

Riso e fagioli. Le mondine piemontesi.

Letras | Cocina

img_0516Storicamente il riso é stato uno dei piatti poveri, insieme, per esempio, alla polenta, oppure, tra tanti altri, alle lenticchie. Tuttavia, da un tempo, queste si offrono nei ristoranti a prezzo di salmone, dunque molto probabilmente succederà ugualmente con il riso che, per moda o per carestia, pagheremo un giorno a valore d’oro. Intanto, quindi, approffitiamone! Nel mio caso, come lei ben sa, scelgo le opzioni più salutari degli ingredienti che uso in cucina; riguardo al riso preferisco le forme integrali che non subiscono il processo di raffinazione e conservano intatta la crusca e la fibra presenti all’interno.
Oggi preparerò un riso abbastanza speciale, perché l’occasione lo merita: il riso nero selvatico, di origine canadese, che non è proprio un riso però si ricava dal seme di una pianta acquatica che appartiene alla stessa famiglia.

dsc02979E’ più ricco di proteine rispetto agli altri risi e in esso si trovano notevoli quantità di calcio, magnesio, potassio, fosforo e zinco. I semi appena raccolti sono di colore marrone e contengono ancora dosi elevate di acqua, perciò vengono essiccati a fuoco di legna. Durante questa fase il riso acquisisce tutte le caratteristiche aromatiche ed il classico colore nero.
Il riso nero selvatico è più costoso degli altri, mi dirà lei; lo so. Interamente di produzione biologica, le chiedo la cortesia di analizzare la relazione fra quello che investe nella sua salute acquistando prodotti buoni, e quello che deve pagare poi per curare le malattie causate da un’alimentazione erronea.

img_0270Sulla RAI, poco tempo fa, ho guardato un programma che subito mi ha colpito e ha succitato in me il desiderio inmediato di scrivere qualche parola sulle protagoniste che sono state, e lo sono ancora, donne di coraggio esemplare. A loro il riso nero, saporito, con i fagioli e le verdure di tutti i colori, un riso “benestante”, un “signore riso”; a loro, che sono soppravvissute alle mille difficoltà del lavoro della monda e le condizioni di subalternità della donna nella società contadina d’allora.

img_0524Per chi, come me, non aveva conoscenza del lavoro della monda –molto diffuso nell’Italia settentrionale tra la fine del XIX e gli inizi del XX secolo– esso consisteva nello stare per intere giornate con l’acqua fino alle ginocchia, a piedi nudi e con la schiena curva per togliere le erbacce infestanti che crescevano nelle risaie disturbando la crescita delle piantine di riso. Si trattava di un lavoro molto faticoso, praticato da persone provenienti in genere dall’Emilia-Romagna, dal Veneto e dalla Lombardia, che offrivano la propria manodopera soprattutto nelle risaie delle province di Vercelli, Novara e Pavia.

Rice RestLe condizioni di lavoro erano pessime: l’orario era pesante e la retribuzione delle donne era molto inferiore a quella degli uomini. Dormivano in grandi cameroni, vivevano come in caserma, restavano a lavorare per quaranta giorni. Erano quasi tutte ragazzine, allora. Alcune, di soli tredici anni, partivano per la prima volta, spensierate, con trepidante senso di avventura, utilizzando il nome di una sorella maggiore (ma la paga era sempre da ragazòla fino ai quindici anni); le salutava il pianto materno. Le altre partivano e basta.

il-dormitorio-delle-mondineIl programma della Rai mostrava il coro delle mondine di Novi, costituito in parte da “vere mondariso”, la cui età si avvicina a, ed in alcuni casi supera, gli 80, e da figlie e nipoti di mondine e donne che amano le tradizioni popolari e si impegnano affinché nulla di tutto ciò vada perduto.
Hanno un loro sito web www.mondinedinovi.it, un film documentario che le vede protagoniste (“Di madre in figlia” di Andrea Zimbelli), tour in Canada e Stati Uniti e persino incursioni nella musica elettronica! “Si cantava perché venisse la sera, la vita della mondina era dura, quando si sentivano le rane e i grilli e si pensava a casa, ai figli, al marito, ai fidanzati, allora era dura, era dura…».

coro-delle-mondineAlla fine degli anni ’60, di ritorno da una gita sociale, un gruppo di donne comincia a cantare in fondo al pullman, amiche da sempre, prima e dopo l’esperienza della risaia, ricordando le strofette di allora. C’era anche il maestro di musica Gilioli, marito di una di loro, che sentendo il bell’effetto che faceva questo piccolo coro spontaneo ha subito pensato che poteva essere una bella idea riunire tutti coloro che a Novi avevano voglia di cantare. E così è nata la Corale Novese, e grazie alla loro passione questa avventura dura ormai da più di 40 anni.
A loro, quindi, questo riso. Un riso saporito, colorito, abbondante, per risarcire quel riso triste delle serate in risaia, di cui, addiritura, una buona parte era guasta. A loro il mio affetto, la mia commozione, il mio infinito rispetto.
La monda, per tutte, è stata così: una cosa da ricordare, ma anche da dimenticare.

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Riso e mix di fagioli con insalata di germogli, pomodorini e olive nere greche

Ingredienti: (per 4 persone)
1 tazza di riso selvatico nero
¾ tazza di mix di riso integrale e fagioli
(borlotti, nero, lima grandi, lima piccoli, rosi scuri)
piselli e anche semi di lino
2 foglie di alloro
5 coste di sedano
2 cipolle bianche
2 peperoni
sale marino e pepe q.b
olio d’oliva extra vergine q.b.

img_0261img_0313img_0303Per l’insalata:
200 g di mix di germogli ***  
250 g di pomodorini
80 g di olive nere greche
olio d’oliva, zucco di limone, sale e pepe per condire

img_0337img_0332img_0349Preparazione:
Sciacquare il riso nero e i fagioli, metterli in una ciotola e coprirli con abbondante acqua fredda, lasciandoli a bagno per tutta la notte. Il mattino dopo, scolarli e buttare l’acqua di ammollo, ricoprirli ancora d’acqua e cuocerli a fuoco lento con le foglie d’alloro per circa 40 minuti fino a quando il riso e i fagioli saranno teneri. Scolarli e metterli da parte.

img_0325img_0364Tagliare a brunoise le cipolle, le coste di sedano e il peperone. Scaldare l’olio d’oliva in una casseruola e mettere le verdure tagliate.

img_0374img_0376Aggiungere il sale e il pepe e farle rosolare fino a quando saranno cotte però conservino ancora il loro colore intenso. Unire il mix di risi e fagioli, cuocere per 3-5 minuti, o quando la preparazione diventerà omogenea. Regolare il sale e il pepe e servire.img_0479img_0442Per l’insalata:
Snocciolare le olive e tagliarle a pezzeti. Tagliare i pomodorini a rotelle. Mescolarle con i germogli e condire con dell’olio d’oliva, succo di limone, sale e pepe.

img_0413img_0411*** I germogli sono alimenti molto benefici per la nostra salute perché sono una vera miniera di vitamine come la A, la B e la K e Sali minerali come calcio, ferro e rame; questi speciali alimenti sono un’importante fonte di clorofilla ma anche di oligoelementi e di proteine. Sono tantissime le varietà di germogli che possono venire consumati quotidianamente, oltre a quelli di soia, che sono i più conosciuti, esistono almeno altri 40 tipi di germogli integrabili nella dieta umana. In questa ricetta ho usato un mix di germogli di ravanello e di alfalfa. Sono ideali per preparare fresche insalate, per arricchire zuppe e minestre e vengono impiegati anche per i dessert!

img_0419Marisa Bergamasco
(Affezionata alla scrittura, alla buona cucina, al mangiare bene e ai buoni e grandi affetti, agente di viaggi di professione, sognatrice di vocazione, per sempre…)